Pobladores del Bañado Norte cerraron esta mañana la calle San Estanilao, a 800 metros de Artigas, donde se construye el segundo tramo de la Costanera y advierten que la obra no continuará hasta que no reciban una respuesta a la promesa de mejor calidad de vida.

Carmen Castillo, de la Codeco, señaló que cerca de 300 familias están siendo afectadas con el agua que arroja el MOPC y que esa comunidad supuestamente no iba formar parte de la construcción pues no fue censada. Denunció además que se eliminaron dos lagunas de la zona.

"Son unas 300 familias afectadas por estas obras que no son tenidos en cuenta en el censo ni son reconocidos por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones. Vamos a cerrar in situ, donde inicia la obra hasta que haya una respuesta de los responsables", expresó Castillo.

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"No estamos en contra de la obra, pero queremos que la obra sirva para que la gente que vive en el Bañado pueda mejorar su calidad de vida", señaló Castillo.

Justina Díaz, pobladora del Bañado Norte en la zona de influencia, señaló que sin explicación previa de parte de nadie, los obreros comenzaron a remover y descargar tierra en las cercanías de varias viviendas habitadas.

Los trabajos fueron de tal envergadura que, según explicó, afectaron el curso de una laguna y desviaron la canalización de esas aguas que fueron a parar a varias casas.

"Se supone que cualquier acción que vaya a afectar de manera directa a quienes vivimos en la zona, se debe comunicar", dijo Justina. Al ser increpados, los obreros dijeron que solo cumplen órdenes.

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