En Tobatí, 50 artesanos trabajan en la elaboración de 4 mil máscaras de Tiko y Tita, mascotas oficiales.
Los II Juegos Panamericanos Júnior Asu2025, que se celebrarán del 9 al 23 de agosto, marcarán un nuevo hito en la historia deportiva del país. Este será el tercer evento internacional de gran magnitud organizado en la capital paraguaya, luego de los XII Juegos Suramericanos 2022 y los IX Juegos de Olimpiadas Especiales 2024.
Más allá del espectáculo deportivo, los Juegos buscan generar impactos positivos y sostenibles en los ámbitos social, económico, ambiental, institucional y cultural, consolidando a Asunción como epicentro regional de grandes eventos.
Uno de los aspectos más destacados es la incorporación de artesanía tradicional paraguaya como parte del legado cultural. En la ciudad de Tobatí, departamento de Cordillera, 50 artesanos liderados por el maestro Néstor Portillo trabajan en la elaboración de 4.000 máscaras de Tiko y Tita, las mascotas oficiales del evento. Esta iniciativa, apoyada por diversas instituciones del Gobierno, representa una fusión entre tradición, identidad y economía local.
Los Juegos Panamericanos Júnior no solamente traerán emociones en lo deportivo, sino que también repercutirán en diferentes áreas que posicionarán a Paraguay como ejemplo de organización de grandes eventos, dijo Alejandro Bacot, director de Legado de los Juegos Asu2025 en entrevista con el programa Tribuna de Paraguay TV.
“Paraguay está revolucionando con la entrega de máscaras de Tiko y Tita a cargo de unos 50 artesanos de Tobatí que están trabajando en comunidad para la entrega de 4.000 máscaras”, dijo el experto.
“El deporte también impulsa el talento paraguayo. Estas máscaras recorrerán el mundo como símbolo de nuestra cultura. Cuando impulsamos el deporte, y los grandes eventos, también impulsamos el talento paraguayo”, dijo al respecto el vicepresidente Pedro Alliana con un video que publicó en sus redes.
Programa estructurado en cinco ejes
Alejandro Bacot explicó sobre el legado que deja la fiesta deportiva.
Alejandro Bacot, director de Legado de los Juegos Asu2025, explicó que el programa se estructura en cinco ejes fundamentales. Legado Deportivo e Inclusión: los parques y sedes fueron modernizados para garantizar accesibilidad universal, cumpliendo estándares internacionales. El Parque Olímpico de Luque, con el Centro Acuático Olímpico y el Polideportivo Urbano, se posiciona como el más grande y completo de la región. Además, el equipamiento adquirido será redistribuido a escuelas y clubes para fomentar el deporte a largo plazo. A esto se suman los 3.500 voluntarios que además de ser el corazón de los Juegos, estarán capacitados para colaborar con cualquier tipo de eventos deportivos o sociales.
Legado Cultural; los Juegos promueven la cultura paraguaya a través de sus tradiciones, arte y gastronomía. El programa de voluntariado capacita a ciudadanos para participar activamente en la organización, fortaleciendo el capital humano. Las mascotas Tiko y Tita, inspiradas en animales del Chaco, simbolizan la energía y resiliencia del pueblo paraguayo.
Legado Institucional; Paraguay se consolida como referente en gestión de eventos deportivos. Se proyecta la creación de una Ley de Eventos Deportivos, que facilitará la organización de futuras competencias, promoviendo su sostenibilidad y éxito.
Legado Económico; el evento dinamiza la economía nacional, generando empleo, formación profesional y fortalecimiento de sectores vulnerables. Se prevé un análisis del impacto económico antes y después de los Juegos, para medir su beneficio real.
Legado Ambiental; los Juegos apuestan por la sostenibilidad: más del 90 % del Parque Olímpico contará con iluminación LED, se utilizarán vehículos eléctricos y de combustión flexible, y se aplicará la metodología GHG Protocol para medir la huella de carbono. Además, se promoverá la economía circular, reduciendo el modelo de consumo desechable.