La dupla paraguaya Blas Zapag (padre)-Juan José Sánchez se despide de la carrera más exigente del mundo de la forma menos pensada en la octava etapa. Tras superar varios obstáculos, las piedras filosas, las dunas, los llantasos, el frío, el calor y un vuelco, sin bien no fue muy aparatoso en las dunas, de donde continuó la carrera, una decisión de los comisarios del Rally dijo basta, pero queda la sensación de haber cumplido, pese a las ganar de seguir en la pelea.

“Salimos enteritos. Anduvimos muy bien. Llegamos a meternos entre los 20, pero faltando unos 10 km para finalizar tuvimos la mala suerte de caer en una duna de punta, la camioneta campeoneó, quedó de punta. Increíblemente no sé de dónde salió el indio guaraní ahí, porque nosotros dos (con Juan José Sánchez) pudimos sacar con la ayuda de la pendiente. Se rompieron todos los plásticos y la jaula se desencuadró, pero la máquina estaba sin problemas, llegando a una velocidad de 180 km/h ante de finalizar la etapa. Luego las autoridades revisaron, la jaula se movió y ya no nos autorizó a seguir. Estábamos a tres días de culminar la carrera, no hay nada que hacer. Juanjo y yo estamos impecables, con todas las ganas de continuar. Nos vamos a tomar la revancha en el 2021. Ahora toda la atención ya se centra en “Chun” Blas Zapag (h), quien está haciendo su primera experiencia y Nelson Sanabria, quienes siguen en competencia”, comentó Zapag desde el desierto de Arabia Saudita.

Es el segundo abandono de Blas Zapag en su tercera participación en el Dakar. En su segunda presencia finalizó 38 en la carrera que tuvo como escenario las tierras paraguayas en el 2017.

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Ayer no se corrió en motos y quads por la muerte del portugués Paulo Gonçalves el domingo después de un accidente en la séptima etapa.

Hoy se cumple la novena etapa en todas las categorías.

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