Los tiempos de las últimas pruebas especiales de la tercera etapa mostraban que Alejandro Galanti ya venía regulando y cuidando el auto ante una inminente nueva consagración en el Transchaco Rally, el certamen más importante del automovilismo nacional.
En un momento tan crucial y a esa altura de la carrera, con todo el trajín de tres largos días, lo más preciado para un piloto y navegante es llegar al final y festejar.
Galanti aseguró que en los últimos kilómetros ya “costaba concentrarse y estar enfocado porque es un momento en el que muchas cosas te pasan por la cabeza”.
“No podíamos arriesgar un resultado así”, agregó Alejandro en conversación con la 1120 AM. Y es que Toyota llegó a la tercera etapa con ventaja muy grande para lograr el 1-2 (casi 25 minutos de diferencia sobre el tercero), y perder uno de los autos en esa instancia de la competencia hubiese sido un golpe muy duro.
El hermano menor de los Galanti manifestó que su felicidad por haber ganado su cuarto TCR era casi tan igual como la satisfacción por la carrera que hizo Marco.
“Es una satisfacción enorme tener a todo el equipo conforme y trabajando de gran manera. Que haya funcionado tan bien la parte mecánica en general me puso muy contento”, expresó.
CONFIABILIDAD
Por otra parte, Galanti destacó la confiabilidad que adquirió el Toyota Etios luego de un fallido debut en el 2016 y la imposibilidad de rendir alto en el Chaco.
“Desde que empezamos con este auto, siempre trabajamos en la confiabilidad. La idea es que el auto no se tiene que parar. La performance se trabaja luego de conseguir la confiabilidad”, manifestó.