California. AFP.

Por primera vez desde 1998, el Abierto de Estados Unidos de tenis coronará a una campeona local no apellidada Williams, una vez que las jóvenes tenistas Sloane Sthephens y Madison Keys cierren esta tarde-noche en la pista dura del estadio Arthur Ashe, el juego final de damas que significará el primer título de un grande en la carrera de la ganadora.

Muchos querían ver a Venus Williams coronándose por tercera vez en Flushing Meadows y daban por sentado que llegaría a la final, pero una tenista 13 años más joven le cortó el camino.

Con un tenis ágil y agresivo, Stephens hizo ver a Venus como la mujer de 37 años que es, y la derrotó por 6-1, 0-6, 7-5 en las semifinales del jueves.

La de hoy será la primera final totalmente americana sin una hermana Williams, Venus o Serena, en Nueva York, desde que Martina Navratilova derrotó a Chris Evert en 1984.

"No creo que haya otra palabra para describir lo increíble que es para mí y Maddie", dijo Stephens. "Estamos siguiendo los pasos de Venus, ella ha estado aquí, ella representa el juego tan bien como una mujer afroamericana, Maddie y yo estamos aquí para unirnos a ella y representar tan bien como ella lo hizo en el pasado", añadió.

Por su parte, Madison Keys accedió a esta su primera final en un gran año tras retornar al circuito después de superar dos operaciones muy delicadas de la muñeca izquierda en el 2016.

"Llegar a la final ya es un sueño cumplido, pero ahora el objetivo no es otro que luchar al máximo por el título", señaló la tenista de 22 años. Este duelo será el segundo que enfrentará a ambas como profesionales, con ventaja de 1-0 a favor de Stephens, quien venció en primera ronda del Masters 1000 de Miami del 2015 por 6-4 y 6-2.

Tanto los campeones en masculino y femenino se embolsarán como premio la suma de 3.700.000 dólares cada uno, en una edición multimillonaria del US Open, que con 50.400.000 dólares a repartir, pasó a ser el torneo más taquillero de todo el circuito.