El empresario boliviano Xavier Iturralde inauguró en el país una planta para producción de combustible diésel sintético a base de objetos reciclados como cubiertas, aceite y plásticos.
Afirmó que eligió a Paraguay por sobre su país para su proyecto por menores impuestos, reglas claras y poca burocracia. Villeta fue la ciudad en la que Iturralde decidió asentar su proyecto de una planta de diésel sintético, lejos de su La Paz natal.
Recientemente, el empresario explicó a medios de su país las razones por las que decidió desarrollar su capital en Paraguay y no en Bolivia. Iturralde acotó que en Bolivia no pudo concretar su emprendimiento por falta de respaldo normativo y múltiples trabas jurídicas que no pudo sortear durante varios años.
Afirmó que la decisión de instalarse en Paraguay se cimentó en los bajos impuestos, marco jurídico claro y poca burocracia, a diferencia de su país. Reconoció que la única ventaja que ofrecía Bolivia frente a Paraguay eran los costos logísticos pero que, en suma, la balanza de beneficios se inclina hacia nuestro país.
“En Paraguay porque se paga menos impuestos, porque toda la parte jurídica es más clara. En todo sentido en Paraguay nos sale mejor. Lo único que nos salía mejor en Bolivia eran los costos logísticos, pero aún así, complicándonos, lo hemos logrado”, dijo un medio televisivo boliviano.
Dijo que la puesta en marcha de la planta de diésel sintético en Paraguay abre la posibilidad de expandir la producción. Su capacidad de producción ronda los 1,8 millones de litros anuales.
Desde el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) señalaron en varias ocasiones que uno de los incentivos más atrayentes para los empresarios a la hora de inyectar su capital en el país son los impuestos bajos, que, sumado a una macroeconomía estable.