La producción de cebo­lla es un rubro socio e­conómicamente muy importante en el país, teniendo en cuenta la cantidad de mano de obra que emplea en el campo. Actualmente Paraguay cuenta con un consumo diario de 150 toneladas de cebolla, mientras que a nivel nacional la demanda es de 54.000 toneladas al año.

El ingeniero agrónomo Diego Garcete, coordinador de Ges­tiones de Producción del Minis­terio de Agricultura y Gana­dería (MAG), mencionó a La Nación/Nación Media que en 2024 el área de cultivo estuvo orillando cerca de 950 hectá­reas, con una producción apro­ximada de 20.000 toneladas, lo que dio para satisfacer el mer­cado por cerca de 60 a 65 días, pero generalmente la produc­ción nacional solo alcanza a cubrir unos 50 días del con­sumo interno.

Este rubro es bastante resis­tente al frío y las heladas, adap­tándose a cualquier tipo de suelo. En tanto, los rendimien­tos sí se pueden ver afectados por la falta de agua y el suelo degradado, pero en el país se están haciendo las capacitacio­nes pertinentes para ir mejo­rando la producción.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY
Actualmente, en Paraguay se tiene un consumo diario de 150 toneladas de cebolla.

PRODUCCIÓN CÍCLICA

Garcete explicó que se tienen tres ciclos de producción: la variedad tempranera que se inicia en la época de marzo a partir de los primeros días hasta el 15 de abril, la media­nera desde el 15 de abril al 20 de mayo, aproximadamente, y la tardía desde el 20 de mayo hasta el 31 de junio, las cuales son las épocas óptimas para hacer el plantío. En los meses de setiembre, inclusive octu­bre, ya se comienza a cose­char la primera variedad, posteriormente la siguiente de octubre y noviembre, y las tardías entre noviembre y diciembre.

Como institución, el MAG repartió este año 1.130 kilo­gramos de semillas de cebo­lla de dichas variedades, lo cual abarcaría 665 hectá­reas, representando un 70 % de la producción nacional para este 2025. El otro 30 % restante corresponde al sec­tor privado y en conjunto se espera llegar a las 1.000 y 1.100 hectáreas de tope de producción.

RENTABILIDAD

La rentabilidad de la cebolla está ubicada en un 53 %. “El costo por hectárea estaría rondando los 40 millones y sacando 18 toneladas por hec­tárea se tendría un ingreso promedio de 64 millones”, destacó el coordinador de Gestiones de Producción. Es decir, que el retorno llega a los G. 24 millones por hectárea.

Agregó que este rubro tiene el potencial de seguir creciendo y se apunta a trabajar de manera asociativa con los comités de base o las asociaciones de pro­ductores, viendo la manera de insertar dentro de sus organi­zaciones el uso de clasificadoras de cebolla e instalar los galpo­nes secaderos para que se pueda almacenarla y poder ofrecerla cuando el productor desee.

Por último, dijo que el MAG busca poder extender el ciclo de producción y ofertar por más tiempo lo producido a nivel local, y para que esta no salga en una misma época ya se encuentran realizando la zoni­ficación de la producción. Esto se basa en que en departamen­tos como Paraguarí, Itapúa y una parte de Caaguazú reciben semillas de cebolla de la línea tempranera.

En tanto, los demás depar­tamentos, reciben la semilla medianera y la tardía, a fin de tener una producción escalo­nada y por sobre todo extender la época de oferta nacional a 80 o hasta 90 días.

CATORCE DEPARTAMENTOS

Paraguarí, Itapúa y Caaguazú son los principales departamentos productores de cebolla nacional.FOTO: ARCHIVO

Actualmente, el MAG está trabajando con 3.800 produc­tores de 14 departamentos. Las zonas más productivas son Paraguarí, Ita­púa y Caaguazú, que cuentan con más produc­tores. Le siguen agricultores de Guairá, Caazapá, Misiones, Bajo Chaco, Alto Paraná, Central, San Pedro, Canindeyú, Amambay y Ñeembucú.

“En promedio un productor de cebolla que tiene un cuarto o hasta media hectárea de producción brinda mano de obra a cua­tro familias por día. Por eso genera una microeconomía bastante importante dentro de cada distrito y departamento”, alegó Gar­cete.

La comercialización se realiza principalmente en las fincas familiares de producción, a través de compradores directos o intermediarios. En cuanto a rindes, el promedio nacional está entre las 12 y 15 toneladas por hectárea, pero se proyecta llegar a las 18 a 20 toneladas por hectárea a través de las capacitaciones y también de las visitas técnicas diarias de la cartera agraria en las zonas productivas.

Déjanos tus comentarios en Voiz