Con el auge de la criptominería en el país, la Administración Nacional de Electricidad (Ande) tiene que lidiar con una problemática que va en crecimiento: el hurto de energía eléctrica con conexiones clandestinas en todo el país.
Esta situación no solo ha generado pérdidas económicas significativas para esta empresa, sino que también ha generado una sobrecarga a la infraestructura existente, afectando la calidad del suministro para los consumidores regulares.
Con el fin de mermar el hurto de energía, se implementó tecnología avanzada y análisis de datos para identificar los puntos de alto consumo; se utilizan drones para inspeccionar las líneas de distribución, buscando anomalías y conexiones directas, y se han desarrollado proyectos de detección automática con inteligencia artificial. Según informes, solo en 2024, la Ande intervino 33 conexiones irregulares del tipo criptominería en varios departamentos, en las que se pudo desconectar 89.424 kVA de potencia instalada en los sitios.
En el período 2019 a 2025, fueron incautados 13.358 procesadores y 66 transformadores de distribución de diversas potencias. De estas cantidades, 2.462 procesadores y 21 transformadores se encuentran resguardados en la Ande, mientras que 4.213 procesadores y 27 transformadores se encuentran resguardados en el Ministerio Público.
Se encuentran en la Fiscalía 91 causas penales por sustracción de energía eléctrica. Gracias al uso de tecnología avanzada, modificación de marcos legales y colaboración interinstitucional, se logró la reducción de las pérdidas eléctricas en 2 % en el último año, según el ente.
La aplicación de tecnologías avanzadas y el fortalecimiento de las acciones de control y monitoreo permitieron la estabilización y reducción de pérdidas eléctricas técnicas y no técnicas en 2 % al cierre de 2024 en el sistema eléctrico. Las pérdidas eléctricas en distribución se redujeron de 23,4 % a 21,9 % al cierre de 2024, donde el control tecnológico fue protagonista para lograr tales números.
“Invertimos en equipamiento de punta para el monitoreo, seguimiento y operación del sistema eléctrico de distribución, la reparación de puntos de pérdida en la red eléctrica”, informó.
En dicho periodo, se logró la modernización de infraestructura eléctrica y el empleo de software de control e inteligencia artificial. Se aumentó en un 318 % la cantidad de verificaciones de suministros en el terreno, lo que permitió la detección de clientes irregulares, conexiones directas y desconexión de redes precarias. Otro factor que contribuyó al logro fue la promulgación de la Ley 7300/2024 que protege la integridad del sistema eléctrico y dispone la incautación y comiso de bines asociados al hecho punible. Con esto se criminaliza el hurto de energía eléctrica, pudiendo castigar con pena privativa de libertad de hasta 10 años.
Mediante contribuciones de consultoras internacionales se elaboró el “Plan Maestro de Reducción de Pérdidas Eléctricas en Distribución”, que comprende al periodo 2025 al 2028 y en el cual se establecen diferentes acciones operativas, inversiones en infraestructura, y mejoras en los sistemas de medición. Esto permitirá el despliegue de 200 cuadrillas de verificación de manera diaria, la regularización de suministros y la supervisión y monitoreo mediante recursos tecnológicos de vanguardia, con el fin de reducir las pérdidas totales en distribución a 15 % para finales de 2028, siendo este un valor promedio para la región en Latinoamérica.