La Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), banca pública de segundo piso que brinda fondeo a los bancos, financieras y cooperativas de primer piso, cumplió 20 años en el mercado. Desde su creación en 2005, la AFD canalizó más de USD 5.180 millones, beneficiando a más de 187.000 familias, empresas y organizaciones, con un enfoque en sectores clave como vivienda, mipymes, industria y sostenibilidad.
En el marco de este aniversario, el gerente de la institución, Fernando Lugo López, destacó los avances y logros obtenidos. Informó que se tienen previstas una serie de actividades en los próximos días, a través de diferentes foros y eventos que reunirán a expertos de diferentes áreas. Por otro lado, en cuánto a créditos para el sector vivienda, destacó que la banca ya financió por más de USD 1.200 millones, beneficiando a 33 mil familias que accedieron a su primera vivienda. “Son números interesantes, pero yo creo que hay todavía mucho camino por recorrer para reducir el déficit habitacional del país. Vamos a seguir acompañado a este señor y todos los sectores del país”, indicó a la 1020 AM. La AFD en sus 20 años de historia, renueva su compromiso como motor del desarrollo, convencida de que el futuro se construye con visión estratégica y capacidad transformadora.
MIPYMES
Asimismo, recientemente en su informe, la AFD informó que ya canalizó unos USD 103 millones a través del sistema financiero, entre créditos y garantías, a fin de impulsar el financiamiento a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes). Explicaron que unas 5.300 mipymes fueron beneficiadas con este monto en lo que va del año.
Respecto a la línea de financiamiento ProMipymes, que otorga desde G. 350 millones a mipymes y hasta USD 1.500 millones a modalidades individuales, la AFD pide 8 requisitos mínimos para acceder a un préstamo. Se destaca los puntos relacionados en contar con ingresos anuales menores a G. 15.000 millones, ya sea persona física o jurídica; tener residencia y operar en Paraguay, con domicilio y actividad comprobable en el país; calificar como pyme según ventas anuales; tener un proyecto de inversión claro y documentado, alineado a los destinos financiables; documentación legal y financiera básica: RUC, balances, IVA, cédula de identidad y formulario exigidos por la IFI; garantía colaterales, según la política de cada IFI y la no objeción a la AFD, que autoriza el desembolso tras la aprobación de la IFI.