• Rodolfo Sosa

Paraguay se encuentra en un momento de su historia en la que tiene la oportunidad de convertirse en el eje energético de la región debido a su potencial de gene­ración y sus recursos aún por explorar y explotar.

El vicemi­nistro de Minas y Energía, Mau­ricio Bejarano, afirmó que busca con el presidente Santiago Peña encarar este desafío, en medio de proyecciones que vatici­nan un déficit energético para el 2030, por lo que van contra­rreloj.

En una entrevista con La Nación/Nación Media para Hacedores LN, Bejarano expuso su meta de moder­nizar la infraestructura existente e introducir nue­vos energéticos como el gas natural y comenzar a tra­zar las bases para a mediano plazo desarrollar energía nuclear.

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En suma, si se logra concre­tar la ambiciosa política ener­gética nacional, Paraguay se establecería en la región como un verdadero hub ener­gético aprovechando su ubi­cación estratégica.

–¿Cuáles son los ejes de la política energética del Para­guay?

–Tenemos tres grandes ejes de consumo, llamados tres ener­géticos dentro de una matriz de consumo. Uno es la energía eléctrica, que tiene un rol muy importante, y que va ganando mayor rol preponderante en detrimento de estos dos otros energéticos. Esa energía eléc­trica, que es lo que llamamos o denominamos la transición energética, busca justamente la permeabilidad de la energía eléctrica en todos los otros sec­tores.

Buscamos que esta ener­gía renovable que hoy tenemos, proveniente de las fuentes hídricas, aumente su capaci­dad de generación, tenga una fortaleza en la infraestructura, para que justamente acompañe ese mayor consumo de energía eléctrica. Por otro lado, busca­mos la sostenibilidad de los bio­combustibles, de la bioenergía, como para que toda la bioener­gía utilizada, biomasa particu­lar y otras biomasas que se que­man hoy en la industria, para calor esencialmente, puedan tener una trazabilidad de refo­restación con fines energéticos. Entonces, lo que pretendemos es buscar el desarrollo susten­table a partir de la bioenergía.

En lo que respecta a hidrocar­buros, tenemos el gran desafío de explorar y obtener nuestros hidrocarburos, por eso le pone­mos mucho foco a uno de los íconos del proyecto que tene­mos, que es nuestro gasoducto bioceánico, en donde va a gene­rar un mercado posible para que podamos incentivar la exploración y podamos tener el gas natural paraguayo. Lo que buscamos nosotros con ese gasoducto es generar mercado, generar consumo interno, introducir dentro de la matriz un nuevo energético, que ya a esta altura es llamado de la transición. Pero en esencia lo que nosotros buscamos es el desarrollo sustentable a partir de la energía.

Bejarano afirma que, si se dan todas las condiciones, Paraguay podría empezar a generar energía nuclear dentro de “por lo menos 15 años”. Foto: Mariana Díaz

CAPITALIZAR RECURSOS

–¿Cómo se posiciona­ría Paraguay en el plano internacio­nal de cumplirse nuestra política energética?

–Si cumplimos lo que es la polí­tica energética nacional, que tiene objetivo a corto y mediano plazo, Paraguay va a ser un hub de comercialización energético por el potencial de desarrollo. Si nosotros desarrollamos todos los ríos internos, si hacemos un aprovechamiento integral del sol, de los vientos que tene­mos, de la bioenergía, tanto bio­gás como de masa, y, encima le sumamos la natural, podemos convertirnos en un centro de comercialización de energía eléctrica por nuestra posición geográfica.

Nosotros tenemos que propugnar la integración energética, desarrollar infraes­tructura, desarrollar todos los puntos de generación, diversificar la matriz de generación y ser el gran jugador de la zona y con esto tener la posibilidad no solamente de vender ener­gía como tradicionalmente lo hicimos, sino recepcionar esos grandes demandantes de ener­gía que están ya en el mundo.

Hoy el data center ya está en el mundo, la inteligencia artifi­cial no hay manera que vuelva atrás y la manera de atender eso es con energía y conectivi­dad. La inteligencia artificial con los datos se posiciona en el mundo como cuarto mayor consumidor detrás de China, Estados Unidos e India. Estos datos van a necesitar ener­gía y eso es lo que nosotros tenemos que proyectar para que esto también genere un círculo virtuoso y poda­mos tener programadores, gente especiali­zada. El propio Gobierno nor­teamericano indica a nuestro país para que esas tec­nologías se puedan desarro­llar aquí.

Ese aprovechamiento tenemos que hacerlo y no sola­mente vender nuestra energía sino darle un valor agregado, que la energía sea un medio para un fin que es industrializar. Esa es la visión del presidente San­tiago Peña y en ese pensamiento estamos y creemos firmemente que si esto se desarrolla vamos a tener un futuro muy promisorio con la energía.

EL GRAN DESAFÍO, CONSOLIDAR DEMANDAS

–¿Para el 2030 podría­mos conciliar la demanda interna con la demanda industrial, que preocupa al sector industrial?

–Y el desafío más grande que tenemos es ese. La razón por la cual le ponemos tanto foco al gasoducto bioceánico es porque podemos tener una respuesta muy rápida con gas natural y de un círculo com­binado, u otra tecnología que genera energía eléctrica, para tener esas dos puntas muy marcadas.

La punta del medio­día la podemos cubrir con solar fotovoltaica, pero a la noche, donde no tenemos sol, lo más probable es que tengamos gas natural. Entonces, el mayor desafío que tenemos noso­tros hoy, y por eso el proyecto emblemático de gasoducto bioceánico, es poder tener gas natural disponible para convertir esas moléculas en electrones y poder atender esa demanda.

Y luego, toda las demás energías que vayan sumándose van a hacer que podamos atender esa necesi­dad imperiosa de 300 o 400 megavatios por año que noso­tros necesitamos.

CENTRAL NUCLEAR: “NECESITAMOS RECURSO HUMANO FORMADO”

–¿Qué tan lejano se encuen­tra Paraguay de tener una central nuclear? ¿Qué pasos se tienen que dar antes?

–Se está trabajando desde hace muchos años con la Organiza­ción de Energía Atómica. Esta institución trabaja muy de cerca con ellos desde hace mucho tiempo, por varias razones. Una de ellas es porque tene­mos nosotros a bien proyectar el futuro. Una de las funciones principales de este Viceminis­terio es tener las perspectivas energéticas, hablar de las polí­ticas energéticas, es dibujar diferentes escenarios y princi­palmente por el mineral crítico, denominado uranio, que tene­mos ya un recurso aprobado de 8 millones de toneladas en Yuty, Caazapá.

Eso es así y tene­mos que aprender las mejores prácticas, de hecho firmamos un memorándum de entendi­miento para que esas prácti­cas extractivas sean de la mejor manera.

A partir de todo lo que se trabajó es que Paraguay se convierta en un país con la posibilidad de tener un reactor, de generar energía nuclear en su país. Eso tiene una larga lista, y una de las cosas que se nos requiere es que el recurso humano esté formado. La realidad es que nosotros en Paraguay no tene­mos ningún ingeniero nuclear formado. Tenemos que mandar hoy jóvenes a hacer una for­mación muy dirigida y que ten­gan la experiencia laboral para poder llegar a tener reactores en nuestro país, sin contar todo lo demás que exige ese organismo internacional para que este país esté en condiciones. Por eso decía yo, de esa generación de energía nuclear nos separa por lo menos 15 años.

PERFIL

Abogado por la Universi­dad Nacional de Asunción

Magíster en Derecho Privado por la Universidad Nacional de Rosario, Argentina

Magíster en Negocios y Derecho de la Energía por la Universidad Complu­tense de Madrid

Especialista en economía de gas y petróleo por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires, Argentina

Fue asesor externo del Viceministerio de Minas y Energía

Fue asesor externo de la Comisión de Energía, Minas e Hidrocarburos de la Cámara de Diputados

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