La miel orgánica de Ñeembucú recibirá el sello de indicación geo­gráfica y denominación de ori­gen del Paraguay de parte de la Dirección Nacional de Pro­piedad Intelectual (Dinapi), lo que les permitirá exportar su producción. Representan­tes de la Asociación de Apicul­tores de Ñeembucú destacan que se trata de un valor agre­gado al producto.

La Asociación de Apicultores de Ñeembucú celebró que el 29 de julio próximo recibirán el certificado de indicación geográfica y denominación de origen (IG/DO) de parte de Dinapi para su produc­ción de miel orgánica de los humedales del departamento. Con esta certificación, los api­cultores ambicionan llegar al mercado europeo y a Esta­dos Unidos, donde afirman que existe interés por la miel orgánica de los humedales y podrán documentar la autenti­cidad de su origen y su calidad. “Fue un trabajo largo de docu­mentación y hoy es una reali­dad y podremos demostrar que tenemos un producto de cali­dad que proviene de los hume­dales de Ñeembucú”, explicó a Unicanal Arturo Benítez, de la Asociación de Apiculto­res de Ñeembucú. Agregó que se trata de un valor agregado muy importante para la pro­ducción de miel, y que es exi­gido en varios países para brin­dar garantías al consumidor acerca de la calidad y el origen del producto adquirido.

VALOR AGREGADO

“Es un valor agregado al pro­ducto y da una garantía al consumidor final de que se trata de un producto autóc­tono de la zona, entonces el cliente tiene la seguridad de que el producto es elaborado dentro del departamento de Ñeembucú y de los humeda­les”, refirió. Destacaron que la miel orgánica de dicho departamento es la primera del rubro a nivel nacional en obtener esta certificación de trazabilidad y origen.

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Desde la Dinapi señalan que las IG/DO son herramientas de protección de la propiedad inte­lectual que vinculan productos a una región geográfica especí­fica, reconociendo la calidad y características únicas de esos productos debido a su origen y que la institución es la encar­gada de registrar y proteger las IG/DO a nivel nacional.

Agricultores diversifican producción

Si bien el cultivo de frutilla en Ñeembucú no es nuevo, los productores optan por este cultivo con la asistencia técnica del Centro de Desarrollo Agropecuario

Familias de Ñeembucú cultivan frutillas para generar sus ingresos.

Agricultores familiares de Ñeembucú diversifican la matriz productiva del depar­tamento con el cultivo de frutilla. De acuerdo con el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), peque­ños productores cultivan entre 4.000 y 12.000 plan­tines en la Colonia Yacarey del distrito de Tacuaras. De acuerdo a los últimos datos registrados por la cartera estatal, actualmente, los productores comerciales de la zona, con asistencia técnica especializada, cultivan entre 4.000 y 12.000 plantas de fru­tilla en etapa de desarrollo, lo que representa un impor­tante avance en la diversifica­ción productiva y generación de ingresos para las familias rurales.

Si bien el cultivo de frutilla en Ñeembucú no es nuevo, los productores optan por este cultivo con la asistencia téc­nica del Centro de Desarro­llo Agropecuario (CDA) de dicho departamento. Según el MAG, esta iniciativa forma parte del fortalecimiento de la agricultura familiar enca­rado por la institución en todo el país, el CDA Ñeem­bucú acompaña de forma per­manente la producción de frutilla en la Colonia Yacarey. El trabajo es coordinado por Bernarda Ramírez, gerente del CDA Ñeembucú, con el acompañamiento técnico del ingeniero Pablo Rolando Amarilla (ALAT Tacua­ras) y el ingeniero Alberto Ruiz, quienes brindan ase­soramiento constante sobre manejo del cultivo, control sanitario y planificación de cosecha.

En octubre pasado, el Ins­tituto Paraguayo de Tec­nología Agraria (IPTA) y la Gobernación de Ñeembucú hicieron entrega a producto­res de los distritos de Tacua­ras, San Juan Bautista e Isla Umbú de plantas madres de frutilla de la variedad Dover, a fin de fortalecer la produc­ción de frutillas en la región, brindando a las productoras acceso a material de alta calidad para mejorar sus culti­vos. En abril de este año, los productores de Tacuaras y otros distritos, compartieron los resultados de las plantas madres de la variedad Dover, logrando su multiplicación. El IPTA señaló que el ren­dimiento tradicional de los plantines desde 10 toneladas por hectárea, pero con la apli­cación de tecnologías se logró aumentar a 20 toneladas por hectárea.

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