El sésamo se encuentra posicionándose cada vez mejor en el mer­cado internacional ganando competitividad y ubicándose como una opción más desde el punto de vista de la calidad. Según la Cámara Paraguaya de Exportadores de Sésamo (Capexse) el potencial de pro­ducción asciende hoy a las 100.000 hectáreas por varie­dad, que son la confitera y la mecanizada, por lo cual se encuentran interesados en que aumenten los volúmenes producidos.

El presidente del gremio industrial, Gilberto Ozorio, explicó en conversación con La Nación/Nación Media que se puede destacar buena cali­dad del sésamo confitero y un segmento productivo prima­rio muy conforme con la renta generada por los precios. En cuanto al sésamo mecani­zado está empezando la cose­cha en el Chaco y dependiendo del clima espera obtener buen volumen y calidad también.

Las exportaciones a marzo llegaron a las 2.800 toneladas por un valor de USD 5.700.000 teniendo a Japón, México y Taiwán en los primeros luga­res. Los ingresos crecieron 18 % más en comparación al mismo trimestre del año ante­rior y se envió a 22 países en estos 3 meses del año. “Noso­tros podemos llegar al máximo potencial porque capacidad instalada hay, tierra cultivable también, así como intención de siembra. Solamente están los factores climáticos y también de recursos”, comentó el repre­sentante del sector. Agregó que si bien desde el sector privado buscan ayudar en ese sentido la agricultura familiar necesita mayor ayuda.

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Manifestó que desde el sec­tor privado se busca generar apoyo al sector productivo pri­mario de pequeña escala, pero son casi 40.000 productores. “Como empresa no podemos abarcar todo y a la par lo que estamos haciendo es articular con las instituciones públicas y asimismo en la provisión de semillas”, indicó.

PUNTOS A MEJORAR

El presidente del gremio ase­veró que faltaría enfocarse en la parte financiera. “La parte de promoción está. Se tendría que ver en qué manera apoyar­les en financiarles sus campa­ñas para que tengan para su preparación de suelos, semi­llas, cuidados, porque son cos­tos que tienen que soportar en el proceso”, aseguró. Indicó que en este caso deberían entrar a jugar el Crédito Agrí­cola de Habilitación (CAH), el Banco Nacional de Fomento, bancos privados.

También sería importante la provisión de semillas y algunos programas que puedan ayu­dar a aumentar algunas zonas de producción. “Por ejemplo, antes estaban esos progra­mas que cubrían más o menos 10.000 hectáreas y eso ayu­daba mucho a que se generen zonas. Incluía la preparación del suelo y el seguimiento de la cosecha, pero hoy en día habría que reactivarlos”, aseguró.

Por otro lado, remarcó que hay una demanda insatisfe­cha que puede ser cubierta si se aumenta la producción por­que los clientes necesitan más volumen, unas 4 a 5 millones de toneladas al año en todo el mundo. “Queremos tam­bién que el sector se mueva con tiempo y no se genere una dependencia con el sector pri­vado”, afirmó a LN/NM.

El principal desafío será cubrir una mayor superficie de siembra y conseguir mayo­res rendimientos. “Esto se consigue con buenos mane­jos culturales de los cultivos, de manera a que puedan tener densidad de siembra, limpieza de siembra y el cuidado per­manente”, dijo. El potencial del rinde es de 1.000 a 1.500 kilos por hectárea, mientras que cada año solo se alcanzan los 500 kilos/ha.

Una alianza público-privada en el aspecto del aumento de la producción sería ideal para buscar alternativas, porque hoy los trabajos se enfocan en la inocuidad o nuevos mercados. “Ahora el desafío es aumentar, ver qué trabajos en sí se pueden hacer”, aseveró.

Actualmente la cosecha de la variedad confitera ya terminó en la región Oriental y avanza la de la variedad mecanizada en el Chaco. La expectativa es de 36.000 a 40.000 toneladas en total, distribuidas entre ambas variedades. El área de siembra estuvo entre las 85.000 hectá­reas y San Pedro es el departa­mento de mayor producción, seguido por Canindeyú, Caa­guazú, Guairá, Caazapá, e Ita­púa.

PEQUEÑOS PRODUCTORES

Cristaldo Ovelar, productor de Santa Rosa del Mbutuy, conversó con nosotros sobre los desafíos que tiene le rubro, tales como el factor climático o el acceso a créditos. “Como productores necesitamos muchísima ayuda por parte del Gobierno. Asesoramiento tenemos, pero necesitamos los insumos para el cultivo”, manifestó.

Remarcó la necesidad de finan­ciamiento con créditos blandos para producir más porque los precios del sésamo son alen­tadores. “Nosotros vendemos muy bien el producto y hay competencia en cuanto a la compra, solamente el acom­pañamiento económico nece­sitamos nosotros de parte del Estado”, apuntó.

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