Las últimas actualiza­ciones del pronóstico de precipitaciones para el mes de noviembre del Instituto de Biotecnolo­gía Agrícola (Inbio) señalan que pese a las buenas lluvias que se esperan, las mismas no serán suficientes para paliar el déficit hídrico en varios puntos del país. Mencionan que solo la zona sur de la región Oriental está con bue­nas condiciones de humedad.

El reporte sostiene que seguirá el déficit de lluvias para gran parte del país, a excepción de la zona sur de la región Oriental, donde se registra un nivel de humedad elevado y bueno para la agri­cultura. Específicamente, señalan que el nivel de lluvias no sería suficiente en compa­ración con los valores norma­les que se registran en este periodo del año.

Esto porque se prevén preci­pitaciones por debajo del pro­medio histórico en amplias zonas de Paraguay el próximo mes, por lo que pronostican el déficit hídrico para el norte de la región Oriental y toda la región Occidental. Las últi­mas semanas fueron bas­tante complicadas para estas áreas por la falta de lluvias, que retrasaron la siembra de varios rubros agrícolas.

Las precipitaciones perma­necerían en niveles conside­rados normales en el sur de la región Oriental, e incluso, ligeramente por encima de los rangos habituales. Además de la escasez de lluvias, pronos­tican para noviembre tem­peraturas elevadas que com­pletarían una situación poco favorable para todo el sector.

Con este escenario, de altas temperaturas y bajos niveles de precipitaciones, aumenta­ría el estrés hídrico de los cul­tivos, lo que afectarían el nor­mal desarrollo de las plantas. Pese a eso, desde el Ministe­rio de Agricultura y Ganade­ría (MAG) afirmaron que ya están avanzando en las siem­bras de varios rubros, a fin de lograr resultados favorables.

Si bien las condiciones de humedad no son las requeri­das, indicaron que mediante controles seguirán con las siembras para no generar más retrasos. No obstante, desde la Asociación de Productores de Soja (APS) indicaron que la región Oriental llegará este fin de semana a un 90 % de la superficie de siembra gracias a la llegada de las lluvias en zonas donde habían atrasado los cultivos.