Tras la duda instalada sobre el verdadero nivel del déficit fiscal, que aparentemente sería mayor al 3,5 %, experto aconsejó esclarecer la realidad de las finanzas públicas, respecto a las deudas y la disponibilidad presupuestaria. Afirmó que mediante eso se puede implementar un plan de vuelo e ir avanzando para mantener la estabilidad. El economista Jorge Garicoche profundizó sobre su análisis respecto al déficit fiscal que desde la cartera económica afirman está en 3,5 % en promedio, mientras que otros sectores presumen que rondaría los 5 %, teniendo en cuenta las deudas que el Estado acumuló con varios sectores.
A su criterio, existiría una doble razón en este tema atendiendo a que considera que si bien el Ministerio de Hacienda se ciñó a los manuales y normativas para definir la contabilidad pública, si se tienen en cuenta dichas deudas, probablemente se concluiría en un déficit mayor, incluso llegando al 5 % estimado. “Una de las normativas dice que las instituciones del Estado no pueden obligar pagos que no tengan disponibilidad presupuestaria, y aquellas cuestiones que no son obligadas o que no son pagadas, no se cargan en la contabilidad pública del déficit. Entonces es como que está y no está”, agregó.
Garicoche manifestó que si se empieza a obligar los compromisos con las farmacéuticas, las constructoras, los transportistas, entre otros proveedores del Estado, probablemente ocasionaría que el déficit finalmente escale. “Probablemente no sea ni siquiera ese 3,5 %, sino sea 4 % o 5 %, no sabemos. Más o menos los cálculos indican que estaría en torno al 5 % y eso de vuelta es muchísimo y nos saca de lo que se esperaba”, afirmó. Ante este escenario, planteó que se podría seguir la misma línea a fin de mantener estable el sistema, pero por otro lado, apuntó a que las deudas que tiene el Estado cuentan con intereses moratorios que van creciendo, a la par, las cadenas de pagos se van cortando, lo que implica perder empleos, financiamientos que no están siendo pagados, lo que termina afectando la economía.
Por eso aseguró que debe hacerse un plan de vuelo sobre la realidad completa de la contabilidad pública, tanto de las deudas de las instituciones públicas, de manera a tratar los mecanismos para cumplir con ellas. “Esto tiene que ir más allá del tecnicismo, eso está claro, la duda es que parte de la deuda que se tiene con los proveedores no tiene capacidad de afrontar”, añadió.
Afirmó que después de un buen comportamiento de varios años, desde el 2019 empezó a deteriorarse la situación respecto al déficit que para 2022 ya alcanzó los 3 % en medio del panorama económico con la pandemia por el covid-19. Explicó que esto se originó debido a que el Estado necesitaba invertir más en médicos e instrumentos médicos que si bien no respondían a inversiones, eran cuestiones que se necesitaban en ese momento.
HACIENDA SE APOYA EN TECHO DEFICITARIO
El titular del Ministerio de Hacienda, Óscar Llamosas, explicó que hay una dinámica muy compleja detrás de las recaudaciones del Tesoro. Señaló que los ingresos y gastos fluctúan de manera diaria. Aseguró que el déficit fiscal a mayo estuvo en torno al 1,3 % del producto interno bruto (PIB) y se tiene autorizado a un máximo del 2,3 % para este año. Argumentó que los recursos están comprometidos y direccionados al Presupuesto General de la Nación aprobado. “Hemos emitido un comunicado con respecto a la metodología a través de la cual se establecen las estadísticas fiscales regidas por normativas legales nacionales e internacionales”, sostuvo.
Acotó que tienen en cuenta manuales internacionales como el del Fondo Monetario Internacional y que, además, son revisadas de manera regular por instituciones como la Contraloría General de la República y el Congreso. “Las deudas que existan dentro de cada una de las instituciones son responsabilidad de cada una porque tenemos una centralización normativa, pero una descentralización operativa”, alegó.