El pasado martes, la empresa Paracel SA comunicó, indicando que la firma está incrementando al doble el desarrollo de sus actividades en sus diferentes componentes, a través de sus actividades de silvicultura en el área forestal, unas 22.000 hectáreas a plantar en 2023, con el movimiento de suelo en el área industrial y con la construcción de campamentos para contratistas industriales en la ciudad de Concepción.
Paralelamente a las actividades anteriores, junto con proveedores, seguirán trabajando en el desarrollo de la logística con un puerto de navegación en Paraguay así como en Uruguay. Afirman que hoy más de 1.000 personas trabajan en el desarrollo de las actividades en sus diferentes áreas. “Paracel se encuentra lista para avanzar en la construcción de su planta industrial y ha respondido de manera óptima a todos los requisitos de los diferentes prestamistas”, mencionaron.
Esto, ante la disyuntiva de que la firma paralizaría su construcción debido a la situación de la política monetaria de la FED y el encarecimiento del crédito a nivel mundial. Señalaron que el cierre financiero hoy está sujeto a las condiciones del mercado de capital, pero “esta gran empresa sigue avanzando con el aporte de sus accionistas, quienes apuestan en el desarrollo sostenible como una herramienta de cambio a nivel nacional y mundial”, dice el comunicado.
La información fue confirmada por el viceministro de Industria, Francisco Ruiz Díaz, quien aclaró que el CEO de la empresa, Per Olofsson, le explicó que las obras de construcción de la planta de celulosa no se detendrán y el calendario de operación de la empresa previsto para el 2027 no prevé retrasos. Además, se cuenta con un presupuesto 2023 de USD 126 millones, el cual duplica al de 2022, y ya disponen del total de los recursos de capital propio a ser invertido en el proyecto.
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Trabajos de lujo y trabajos de última
EL PODER DE LA CONCIENCIA
- Por Alex Noguera
- Periodista
- alex.noguera@nacionmedia.com
Sentados en sillones de lujo, cada uno con computadora, con celulares, internet gratis, aire acondicionado gratis, electricidad gratis, bocaditos y hasta mozos, sin mencionar otros beneficios, los parlamentarios “trabajan” y reciben un sueldo que es de otro planeta para cualquier trabajador normal de la calle, ya que cada mes se les deposita en su cuenta en promedio 12 veces más que a cualquier empleado que cobra sueldo mínimo.
Esta brecha se ahonda aún más si reconocemos que recibir sueldo mínimo en Paraguay es un lujo ya que según cifras actuales existen 430.000 trabajadores asalariados que no alcanzan el salario mínimo.
¿Puede ser peor? Y sí, sí puede si apuntamos que el 63 % de los trabajadores carece de seguridad médica ni jubilación, es decir, no tienen derecho a enfermarse porque no tendrán con qué pagar atención médica y deberán trabajar hasta que no puedan más porque no les sobra para prever un mínimo retiro para la vejez. El panorama es peor para las mujeres, ya que el 80 % de ellas no tiene seguridad social.
En su informe de Índice de Mejores Trabajos presentado el 30 de abril –hace apenas 4 días– por el Día Internacional del Trabajo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) hizo un llamado urgente a aumentar la calidad del trabajo en América Latina y el Caribe.
Según datos recabados en 17 países de la región, hay trabajo, pero malo. El dossier refiere que el 70 % de las personas en edad productiva trabaja, pero la calidad del empleo apenas llega a 41,2 puntos sobre 100 posibles.
Las cifras de la zona revelan que casi el 55 % de los trabajadores son informales, es decir, no tienen un contrato y menos cobertura de seguridad social. A pesar de trabajar todos los días, el 30 % no alcanza a ganar lo suficiente para superar la línea de pobreza.
Un dato no menor es que las mujeres de América Latina “tienen empleos de peor calidad que los hombres con una brecha de 16 puntos en el Índice de Mejores Trabajos”.
Con la filosofía de “ya me casé, ahora puedo engordar”, los parlamentarios “trabajan” en sus sillones de lujo distraídos en sus cuestiones personales, olvidando que por todo el salario que reciben deberían producir muchas veces más. No hay relación entre lo que cobran y lo que entregan a los ciudadanos.
Crean comisiones, se deleitan dando conferencias a la prensa que no aportan nada y de verdad creen que son importantes. Dan discursos vacíos y explicaciones rebuscadas o crean comisiones eternas que dan mil vueltas para hacer nada. Mientras, afuera del Parlamento miles de paraguayos hacen lo imposible por poder llevar el pan a su mesa, por poder subsistir un día más.
Cuando Esperanza Martínez o Celeste Amarilla sienten ganas de tomar un cafecito, hacen un gesto y el servicio es instantáneo. Ni siquiera deben moverse de su sillón de lujo. Si tienen sed, a su alcance tienen todas las veces que les place una botellita de agua potable, mineral, fría y segura.
Mientras, en ese mismo momento en el Chaco, muchos compatriotas deben caminar kilómetros para recoger agua sucia y contaminada porque es la única que hay (cuando hay).
Forman grupos con baldes o bidones y los llenan con el líquido mezclado con barro y quien sabe cuántas bacterias y acarrean todo el que pueden porque no hay una canilla como en Asunción. Tal vez en las comisiones estén debatiendo si esa canilla debe ser celeste o amarilla o verde o azul. Se envuelven en excusas y caprichos y dan buenas razones, pero nunca soluciones.
Y allá va el grupo de aguateros, cansado, expuesto al peligro de los elementos, a los animales. A ellos no les importa el color de la canilla, sino el agua a la que tienen derecho.
En vez de dar una respuesta a la urgente necesidad de agua en el Chaco, una vez más dan vueltas, crean comisiones, dan excusas y ven la manera de sacar rédito por hacer lo que deberían haber hecho y no lo hicieron.
Como indica el BID en su último informe, hay mucho trabajo, pero la calidad del trabajo debe aumentar con urgencia.
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La Corte dispuso que Kattya González no vuelve al Senado
La Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia dio trámite a la acción de inconstitucionalidad presentada por la exsenadora Kattya González, que fue destituida tras ser acusada por sus excolegas por tráfico de influencias, y resolvió rechazar la medida cautelar de González, que pretendía volver al Senado.
El pasado 27 de febrero, a través de sus abogados, González recurrió a la máxima instancia judicial para presentar una acción de inconstitucionalidad y buscar la nulidad de la resolución que la despojó de su investidura el pasado 15 de febrero.
En aquella oportunidad, un total de 23 senadores acompañaron la expulsión de González, se registraron siete abstenciones y 15 ausencias. Con esta resolución, la Corte Suprema mantiene a Kattya fuera del Senado.
Luego de la incidentada sesión, González anunció que iba a recurrir a instancias internacionales para revertir el hecho; sin embargo, luego de una semana de silencio absoluto, presentó la inconstitucionalidad ante la Corte.
Sin embargo, no tuvo en cuenta que tras su expulsión ya juró su suplente y tomó posesión del cargo. Esta situación hacía inviable su reincorporación a la Cámara Alta, pero de igual manera recurrió a la Justicia, que ahora, como era de esperarse, falló en contra de Kattya González, quien con esta resolución ya no tiene instancia donde recurrir y definitivamente se queda sin banca en el Senado.
LIBELO ACUSATORIO
En el libelo acusatorio se mencionó el caso de planillerismo de los asesores de la parlamentaria, Soledad Blanco y José Torales; este último se desempeñaba como presidente del Partido Encuentro Nacional (PEN) y era funcionario de la Contraloría General de la República (CGR).
Torales percibía doble salario por parte del Estado, configurando el hecho una situación irregular, sin mencionar que contaba con el beneficio atribuido por la senadora González para no marcar su ingreso y salida del Senado. En ambos casos, se argumentó la inducción de la exsenadora.
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Comuna insta a conductores a no arrojar basuras en las calles
La Municipalidad de Asunción impulsa una campaña de concienciación “Viajero verde” orientada a los conductores para evitar que se arrojen basuras en las calles. La actividad es desarrollada en coincidencia con el Día Mundial de la Tierra, que se conmemora cada 22 de abril.
Una cuadrilla de voluntarios salió sobre la avenida Mariscal López, en las inmediaciones del palacete municipal para repartir folletos explicativos de la iniciativa a los automovilistas y choferes de ómnibus del transporte público. Se insta a no tirar residuos por las ventanillas ni dejar en el interior del colectivo, lo ideal es tener una bolsita para guardar los desperdicios.
“El objetivo es crear conciencia en los ciudadanos conductores porque tenemos conductores que ingresan a la ciudad de Asunción todos los días, usan las avenidas y también ensucian las calles.
Es una realidad que todos vivimos y es chocante ver cuando un conductor tira por la ventanilla basura sea de un vehículo particular o del bus”, dijo la directora general de Gabinete y de Gestión Ambiental, Cinthia Guerreño, a C9N.
Asunción es la capital del país y por ende todos los paraguayos deberían cuidarla y en esta fecha conmemorativa del Día Mundial de la Tierra se insiste en la protección de todos los recursos naturales y que la basura no vaya a parar en un cauce hídrico.
Los jóvenes salieron a repartir bolsas reutilizables a los conductores a quienes además hicieron una breve recomendación sobre la forma de eliminar los desechos.
La idea es juntar los residuos y luego depositarlos en un tacho de basura. “Buscamos incentivar tener una ciudad limpia, sin residuos es la consigna”, aseveró.
“También hacemos un llamado a los ciudadanos a hacer el reciclado de la segregación en origen como lo estipula la ordenanza 408 y también hacerle un favor a los recicladores. Porque normalmente encontramos nuestras bolsas ya todas rotas porque los recicladores buscan algún material valorizable”, expresó la ingeniera Guerreño.
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Soluciones, no problemas
- Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
- MBA
- jzaratelazaro@gmail.com
Es común que tengamos dentro de nuestras empresas a personas que continuamente se están quejando por cualquier minucia, convirtiéndolo casi en un hábito.
Como ejecutivo, está entre tus funciones tratar de entrenar a tu gente a que no se queje a menudo por cualquier cosa y que muestre la resiliencia necesaria ante diversas situaciones.
Muchas veces resulta difícil evitarlo, pero es bueno adoptar como costumbre si te llegaren a traer a tu despacho algún problema que paralelamente también se acostumbren a traerte sugerencias de solución.
Es sano hacer que la gente que trabaja cerca nuestro se acostumbre a pensar y que traiga entre manos alguna idea o alternativa de cómo se podrían solucionar los problemas que se van suscitando.
Es bueno acostumbrarse preguntarles: ¿qué te gustaría que hiciéramos al respecto?
Una anécdota que había leído en un libro, decía: que el mejor director con el que habían trabajado, llevaba estos temas aún más lejos y acostumbraba a pedirle a sus subordinados que les dijeran en primer lugar cuál creían que podría ser la solución y en base a ello que se los dejaran poder acertar de cuál se podría tratar el problema. Buena estrategia.
En muchas ocasiones este jefe logró evitar que permanentemente los subordinados fueran a su oficina con un problema, pues los forzaba a que pudieran encontrar la solución alternativa, dado que aplicando la “ley del menor esfuerzo” a muchos les encanta ir con problemas sin hacer trabajar al cerebro y ver también nosotros quienes somos parte del equipo cuál podría ser la solución y no dejar todo en manos del jefe a que sea al final él quien tenga que pensar y estructurar los caminos alternativos a todos los problemas.
Estos tipos de ejercicios mentales ayudan a que todos puedan tener una participación más activa, ya que saben que el jefe ante problemas que se presenten y que nunca faltan les solicitará qué solución alternativa ellos ven al tema.
En el siglo XX la gente estaba malacostumbrada, limitándose a hacer el trabajo que les correspondía y no iban más allá buscando aportar a la organización un valor agregado que le permitiría ser partícipe de opiniones, sugerencias y recomendaciones sobre distintos temas, a sabiendas de que tiene un jefe o supervisor que les da participación activa, lo cual hoy día con los millenials y los jóvenes de la generación Z es “moneda corriente” puesto que es lo que más les atrae dentro de sus trabajos, sintiéndose realizados cuando sienten que más allá de sus tareas rutinarias están dando un aporte adicional a la compañía, lo que hablaría muy bien de él, dado que es la actitud, aptitud y ductilidad de adaptación a diversas situaciones lo que más se aprecian de los subordinados.
Es por ello que el trabajo participativo o en equipo adquiere cada vez mayor relevancia en las organizaciones, pues resulta mucho más sencillo que puedan fluir diversas ideas u opiniones para luego consensuarlas antes de llegar a los objetivos y metas que se proponen.
La calidad del capital humano dentro de las empresas es primaria, ya que cualitativa y cuantitativamente se hace más factible que se vayan generando ideas innovadoras y creativas dentro de un mercado doméstico estrecho como el nuestro, pero que se torna cada vez más competitivo, en todos los ámbitos y segmentos de negocios, donde todas las empresas apuntan a ser rentables y competitivas.
Esto no es solo extensivo al sector privado, sino también dentro del sector público nuestro país precisa de servidores que puedan poner en práctica su capacidad y experiencia profesional que permita a la ciudadanía la posibilidad de poder contar con el servicio de calidad que se merecen, tratando de eliminar la burocracia que todavía seguimos teniendo en casi todas las instituciones.
Uno de los factores limitantes para que podamos alcanzar el grado de inversión dentro de nuestra calificación de riesgo-país se circunscribe a la debilidad estructural de nuestras instituciones, debiendo ser uno de los mayores desafíos de este Gobierno que se podría alcanzar una vez sancionada y promulgada la Ley del Servicio Civil y de Reestructuración y Modernización del Estado y sobre todo que se los aplique a rajatabla.