Si bien el mercado internacional empieza a mostrar menor rigurosidad con la política monetaria, señalan que en Paraguay no es el momento de empezar a aflojar debido a que siguen existiendo ciertas presiones. Señalan que tomar la decisión de bajar antes de tiempo podría representar un peligro para llegar a la meta del Banco Central del Paraguay. Durante la semana, la Reserva Federal de los EE. UU. (FED) decidió de nuevo subir la tasa de interés de política monetaria en 25 puntos básicos, alcanzando los 5,25 %, nivel que espera se mantenga en los próximos meses, tras la mejora en la actividad económica en ese país. Siendo esa la base fundamental del aumento de tasas en el mundo, además del Banco Central Europeo, pese a que en estos países los ajustes al alza se dieron en forma tardía, el Banco Central del Paraguay (BCP) insiste en que si bien la inflación está en un proceso de convergencia bastante importante, no están dadas las condiciones para empezar a aflojar con la política monetaria.
En su última reunión, el Comité de Política Monetaria (CPM) de la banca matriz decidió por unanimidad mantener de nuevo, como desde hace 8 meses, la Tasa de Interés de Política Monetaria (TPM) en el nivel de 8,50 puntos básicos. El economista jefe del BCP, Miguel Mora, indicó que las acciones que la banca matriz llevará adelante seguirán siendo analizadas, por lo que descarta que se puedan iniciar con reducciones en el corto plazo. Mencionó la corrección que habían hecho a la proyección de inflación de este año, que aumentaron de 4,1 % al 4,5 % por la persistencia que existía en el aumento de precios de productos alimenticios. Dijo que seguirán en línea con las decisiones que se dan a nivel internacional, pues sigue existiendo mucha incertidumbre en el mundo.
INTERANUAL ENGAÑOSA
Carlos Fernández Valdovinos, doctor en economía y expresidente del BCP, coincidió que no es un buen momento para empezar a aflojar con la política monetaria, pero agregó que confía en las próximas decisiones que tomen los técnicos de la institución. Explicó que claramente el nivel de ajuste que se dan en los demás países del mundo, especialmente en EE. UU., muestra un grado menor y probablemente haya sido el último del año.