El presidente del Cen­tro de Importadores del Paraguay (CIP), Iván Dumot, conversó con La Nación/Nación Media sobre las previsiones del consumo en general para el resto del año, teniendo en cuenta el com­portamiento de los primeros dos meses del 2023 y las prin­cipales causas en la caída de las importaciones. Señaló que el panorama para el segmento del consumo se torna algo preo­cupante, debido a que los dos primeros meses de este año arrojaron estimaciones por debajo de lo previsto inicial­mente, pues las proyecciones eran en principio de creci­miento en general para la eco­nomía del país.

“El consumo masivo de enero y febrero, no fue para nada bueno, incluso fueron meses de decrecimiento para muchos rubros importantes con rela­ción a los primeros dos meses del 2022, y eso va en contra de las predicciones de creci­miento del 5% que se venía pro­nosticando”, expresó. Agregó que realmente están mirando con mucha preocupación los resultados del primer bimes­tre, y que esperan que la reac­tivación que viene mucho por el sector agro, se empiece a dar con más notoriedad a partir de marzo en adelante.

Lo mencionado se da de la mano de las caídas de las recaudaciones aduaneras de los primeros dos meses tienen varios componentes, por un lado, y el principal es, que para el mes de diciembre los comer­cios e importadores en gene­ral se prepararon con mucha mercadería, y la venta durante ese último mes del 2022 no fue la esperada en muchos rubros, por lo que muchas de las empre­sas terminaron con altos nive­les de stock.

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Dicho escenario fue lo que motivó a que se regulen las importaciones de los dos pri­meros meses del año a modo de regular los niveles de los inven­tarios. Otro de los factores que desencadenó fue el comporta­miento del río, especialmente en enero, cuando incluso en cierto momento no llegó a cir­cular ninguna barcaza, y eso repercutió en que muchas de las cargas llegaron demoradas, también en los puertos de Bue­nos Aires y Montevideo.

El titular del gremio remarcó igualmente que el tema del dólar sin duda es una atenuante, con una cotización alta de hasta G. 7.450 que no estaba dentro de los pronósticos, y ante ello los importadores también regu­laron sus compras o espera­ron un mejor tipo de cambio de la moneda norteamericana y que se torne más equilibrada de modo a que no afecte en los costos de manera importante.

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