La invasión de tierras sigue preocupando al sector pecuario, puesto que no hay respuesta de las autoridades, según mencionaron desde el rubro. La situación se hace más difícil porque los ganaderos vienen sufriendo este hecho desde hace varios meses sin una solución definitiva. En ese sentido, Diego Torales, presidente de la Comisión de Defensa de la Propiedad Privada de la Asociación Rural del Paraguay (ARP) refirió que de nada sirve todo el esfuerzo que realizan día tras día si no encuentran paz en sus lugares de trabajo.

“Vos ves que una vez que se vulnera de vuelta la propie­dad privada, nadie hace nada y no te queda de otra que pegar el grito al cielo. Noso­tros como Rural acompaña­mos a los productores, pero si esta es vulnerada, en vano peleamos por mercados, precios o genética, cuando lo básico, que es la seguri­dad del productor, no tenés”, mencionó a la 650 AM.

Esto tras el último suceso ocurrido en una finca de Carayaó a 160 kilómetros de Asunción, y situada prácti­camente sobre ruta. Torales comentó que el propietario había denunciado la invasión de terceros en una propiedad colindante, pero durante el día estaban casi desmon­tando la suya. Asimismo, explicó que el panorama pre­senta mayores complicacio­nes porque ya fue tomado un retiro de la misma.

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“Los propios invasores rea­lizaron un video desde el lugar. Preocupa que se haga la denuncia a la Policía y la Fiscalía y algo pareciera no funcionar”, contó. Sumado a esto, señaló que tampoco se tiene el apoyo de las ONG en favor de la tala de reservas naturales en la zona. Ante esto, el representante de la comisión consideró que esta situación es completamente desesperanzadora para los productores.

Hay que mencionar que ya en setiembre pasado, el empresario del sector made­rero, Ricardo Kiriluk, había expresado a La Nación que las invasiones ahuyentan las inversiones, afectando la imagen país y poniendo en riesgo puestos de trabajo para la industria de planta­ciones, que emplea cerca de 30.000 personas, de no solu­cionarse este tipo de incon­venientes.

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