Los niveles de ocupación han mostrado mejoría y crecimiento tras las consecuencias que ha dejado la pandemia del covid-19 en América Latina y el Caribe. Sin embargo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) alertó que por factores como la inflación y la desacelera­ción económica, estos índi­ces podrían bajar.

La Cepal expuso que la evolu­ción del empleo en la región estará por demás muy con­dicionada por el desempeño de la actividad económica y las políticas que aplicarán los bancos centrales para evitar una presión fiscal que baje la evolución que se ha registrado en los últimos meses. En el informe también se menciona que algunas variables como la tasa de participación y la bre­cha laboral entre hombres y mujeres siguen sin tener los niveles vistos antes del 2020.

COYUNTURA DIFÍCIL

“Las repercusiones de una coyuntura muy difícil, carac­terizada por una desacelera­ción de la actividad econó­mica mundial, crecientes presiones inflacionarias, mayor volatilidad cambiaria y menos espacio para impul­sar expansivas hacen prever una nueva desaceleración del PIB”, reza el documento del balance preliminar de las eco­nomías de la región.

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La tasa de participación en el mercado laboral fue de 62,9% en el segundo trimestre del 2022, por debajo del 63,4% que se registró en el cuarto trimestre del 2019. De todas formas, la Cepal destaca que hay sectores sobresalien­tes por su alta generación de empleo, entre ellos el comer­cio, los restaurantes y hoteles (11,7%) y la industria manu­facturera (11,2%).

El organismo de la ONU puso foco en un sector que tuvo un preponderante crecimiento en el segundo trimestre del 2022, la categoría de servicio doméstico, con un 16,7% por encima de lo que fue el trimes­tre del 2021.

DÉCADA PERDIDA

Por otro lado, en su nuevo informe Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe, la Cepal sos­tuvo que la región crecerá un 3,7% en el 2022, casi la mitad del 6,7% registrado en el 2021; y solo un 1,3% el año próximo.

De concretarse las pers­pectivas previstas para el año próximo, se trataría de la segunda década perdida desde los años 50, con un magro crecimiento regional del 0,9% desde el 2014.

En la llamada “década de la cri­sis de la deuda” en los años 80, la economía avanzó un 2%. Ese era hasta ahora el menor desempeño desde 1951.

“Aquí no se trata de que si vamos a tener una segunda década perdida. Estamos terminando la segunda década perdida”, dijo José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Cepal. “La pregunta es si vamos a tener una tercera, qué va a pasar de aquí al 2030″, agregó.

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