Los efectos de la sequía siguen observándose en la evolución de los indicadores de actividad económica, señala el Banco Central del Paraguay (BCP), en su reporte del Comité de Política Monetaria (CPM) de setiembre. Los técnicos del BCP explican que en julio, el Índice Mensual de la Actividad Económica (Imaep) registró una disminución de 1,9% en términos interanuales (tasa acumulada de -2,8%), explicada principalmente por la caída en agricultura y, en menor medida, por el débil desempeño de las construcciones y de la ganadería.
El sector de electricidad y agua creció significativamente, mientras que la industria manufacturera y los servicios se expandieron moderadamente. En el sector manufacturero, se destacaron las tasas positivas de los rubros de azúcar, químicos, molinería y panadería, bebidas y tabacos, agrega. En contrapartida, se observó una caída importante en la producción de aceites, derivada justamente de la menor producción de soja a causa de la sequía. Asimismo, la industria cárnica y los subsectores ligados a las construcciones experimentaron una menor producción en el mes de referencia. “En el sector terciario, la tasa positiva se explicó fundamentalmente por los buenos números de comercio,restaurantes, hoteles y servicios a las empresas, en tanto que, transporte (también afectado por la menor producción agrícola), servicios gubernamentales y servicios a los hogares tuvieron un menor nivel de actividad con relación al mismo mes del año anterior”, dice el reporte.
Al excluir la agricultura y la generación de electricidad, el Imaep presentó una contracción interanual menor (-1,0%), situándose en 1,4% en términos acumulados. Por otro lado, los técnicos del BCP agregan que también el indicador de ventas moderó su contracción interanual, mientras que, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) se situó en zona de optimismo luego de cinco meses.
Este año se tuvo la peor producción agrícola registrada en la historia del Paraguay debido a la sequía. La producción más baja fue de 1.367 kilos por hectárea en el 2012, y este año solo se tuvo 900 kilos por hectárea, lo que representa una pérdida de 3.000 millones de dólares en ingreso de divisas por exportación y una reducción del 5% del PIB, señala Capeco.