Itaú, en su reporte men­sual de Escenario Macro de Paraguay setiembre 2022, mantuvo su previsión de caída del producto interno bruto (PIB) de 1% para 2022. Sin embargo, una recupera­ción más tímida de la espe­rada tras la sequía introduce un riesgo a la baja en su pre­visión. “Para 2023, seguimos proyectando un crecimiento del PIB del 5%, suponiendo una normalización de la pro­ducción agrícola tras la grave sequía de 2022″, menciona el reporte.

Agrega que hubo un retro­ceso secuencial de la activi­dad en julio, pero el impulso sigue siendo positivo. “El índice Imaep se deterioró en julio en el margen. Usando cifras desestacionalizadas, el indicador cayó 0,6% men­sual en julio, lo que llevó la tasa de crecimiento trimes­tral anualizada a 4,5% en dicho mes (desde 0,5% en el 2022)”, menciona. El creci­miento mensual del Imaep, excluyendo la agricultura y las binacionales, cayó un 1,2% en julio, llevando la tasa tri­mestral anualizada a -2,5% (desde -6,5% en el 2022). Observa que el arrastre esta­dístico mensual de julio se situó en -2,3%, también uti­lizando cifras desestaciona­lizadas.

Los economistas de Itaú revisaron al alza el pronós­tico de inflación para 2022 a 9,1% desde 8,8% en su escena­rio anterior, reflejando prin­cipalmente una sorpresa al alza en la lectura de agosto. “Nuestra nueva estimación sigue siendo consistente con una desaceleración de la infla­ción en los próximos meses. Para 2023, mantuvimos sin cambios nuestro pronóstico de inflación en 4,7%, en medio de políticas monetarias y fis­cales más estrictas y ayuda­dos por precios más bajos de los commodities”, alegan.

Por otro lado, no esperan más subas de tasas de interés este año. Opinan que la esta­bilización de las expectati­vas de inflación y la reciente desaceleración de la infla­ción llevarán al Banco Cen­tral a mantener sin cambios la tasa de política moneta­ria durante el resto del año. Pero si la tendencia de des­aceleración de la inflación se interrumpe y eso afecta las expectativas de inflación, no descartan más alzas en el futuro, considerando tam­bién una Fed más agresiva, especificaron.

Para el fin del 2023, toda­vía prevén la tasa de política monetaria en 7,25% (desde el nivel actual de 8,25%). “Aún estimamos un tipo de cambio de 7.000 guaraníes por dólar para diciembre del 2022. Esperamos que el guaraní se deprecie desde los niveles actuales, impul­sado por condiciones finan­cieras externas más estrictas y una probable depreciación adicional del real brasileño. Para 2023, pronosticamos un tipo de cambio de 7.122; es decir, estable en términos reales”, añadieron.

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