Ante el avance que viene evidenciando Uruguay tras concluir estudios de factibilidad de una posible negociación bilateral a través de un tratado de libre comercio (TCL) con China, esto podría generar una amenaza para la continuidad del Mercado Común del Sur (Mercosur) como bloque.
Es lo que señaló el economista y ex canciller nacional Rubén Ramírez Lezcano en un análisis sobre los posibles impactos y consecuencias para el Mercosur de dicha posible negociación con China.
Esto, teniendo en cuenta que las relaciones bilaterales de los países del Mercosur con China difieren sustancialmente, ya sea desde el punto de vista político o económico, por lo que impiden alcanzar posiciones comunes, que es sabido puede afectar la profundización de las relaciones en cadena.
“El camino de la toma de esta decisión resulta imprevisible no solamente por los daños económicos y sociales de la pandemia, sino también por la posibilidad de que Uruguay se anime a plantear una salida, como el Brexit, lo cual es tremendamente complejo y amenaza la continuidad del bloque como tal”, expresó Ramírez para La Nación-Nación Media.
Al mismo tiempo, habrá que considerar que la flexibilización que da lugar a negociaciones bilaterales de cada uno de los socios terminará perforando la unión aduanera imperfecta, direccionando al Mercosur a una simple zona de libre comercio, explicó.
Igualmente, producirá más dificultades a la libre circulación de bienes y servicios por la complicación que supone la revisión de reglas de origen y componentes de extrazona. Lo cual interroga sobre el grado de profundidad de la integración regional, que deben decidir los países miembros del Mercosur, agregó el especialista.
CONDUCCIÓN
Ante dicha propuesta uruguaya, ignorando la decisión del grupo sobre la reafirmación del compromiso de negociar de forma conjunta establecida en el 2000, los países miembros deberán definir hacia qué Mercosur conduce esta nueva iniciativa de flexibilización de la unión aduanera imperfecta o incompleta que hoy existe.
Al efecto, el ex canciller lanza la pregunta de si los integrantes del bloque estarán preparados para iniciar las negociaciones de un nuevo tratado constitutivo del Mercosur como bloque regional, que podría ser menos ambicioso, más flexible y menos profundo que el marcado por el Tratado de Asunción y el Protocolo de Ouro Preto.
También resulta imperante conocer cuáles serían las reacciones de los países u otros bloques como el de la Unión Europea (UE), Corea del Sur, Israel, India, Singapur, con los cuales ya negoció y negocia acuerdos comerciales, ante un cambio tan sustantivo como el que pretende Uruguay, acotó.