El “paño frío” que pone el Gobierno con sus medidas económicas –en su mayoría ya estaban vigentes–, no le baja “la fiebre” a la economía paraguaya. El termómetro de la producción sigue mostrando que algo anda mal, y de seguir así, el producto interno bruto (PIB) no cerraría en 0,2% como estima el Banco Central del Paraguay (BCP), sino que podría llegar al escenario negativo.

Esta situación se confirma, tras darse a conocer el Indicador Mensual de la Actividad Económica del Paraguay (Imaep), donde las variaciones indican que la actividad económica mensual sigue en “picada”, ya que en mayo volvió a caer 4,7%. Esto se repite ya por cuarto mes consecutivo, en los primeros cinco meses del 2022.

Los datos del BCP muestran que en lo que va del año, la actividad económica acumula una disminución de 3,8%. Ante esto, analistas locales destacaron que es necesario propiciar medidas que incentiven la economía en el corto y mediano plazo.

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“Dado el contexto inflacionario que restringe la actividad, es probable que la tendencia negativa del Imaep se mantenga en tanto los shocks externos sigan presentes”, mencionaron los analistas de la consultora Mentu.

Mientras, los técnicos del BCP argumentaron que en el comportamiento interanual incidieron principalmente los desempeños negativos registrados en la agricultura, la construcción, una parte de las actividades manufactureras y los servicios. No obstante, los resultados positivos de la generación de energía eléctrica y de la ganadería atenuaron la caída de la actividad económica.

Con base en los últimos datos disponibles del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), la actividad agrícola verificó una fuerte reducción en sus niveles de producción, principalmente en la soja, como consecuencia de las condiciones climáticas adversas (sequía) imperantes a finales del año anterior e inicios del 2022.

MANUFACTURAS Y SERVICIOS

Dentro de las manufacturas, las actividades que más incidieron negativamente fueron la producción de aceites, azúcar, molinería y panadería, lácteos, fabricación de productos metálicos, cueros y calzados. No obstante, estos resultados fueron mitigados por las variaciones positivas registradas en la producción de carnes, bebidas y tabaco, químicos, textiles y prendas de vestir, productos de papel, fabricación de metales comunes y minerales no metálicos.

En los servicios verificaron desempeños positivos la actividad comercial, restaurantes y hoteles, servicios a las empresas y servicios inmobiliarios. Sin embargo, mostraron resultados negativos los servicios gubernamentales, transportes, intermediación financiera, servicios a los hogares, telecomunicaciones y servicios de información. La construcción presentó una disminución interanual explicada por el mayor número de días con lluvias en el mes de mayo, que incidió en el menor ritmo de ejecución de las obras.

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