El sector consumo viene enfrentando una retracción gene­ralizada en lo que va de este 2022, año que se vislumbraba con una recuperación econó­mica, la cual no se observa aún tras dos períodos ya complica­dos de pandemia y sequía. Es lo que manifestó al diario La Nación/Nación Media el pre­sidente del Centro de Impor­tadores del Paraguay (CIP), Iván Dumot, con relación al comportamiento de los dis­tintos sectores económicos que atienden desde el gremio.

“Solo en mayo se sintió una fuerte retracción del con­sumo en diferentes secto­res; en el comercio una caída de prendas de estación entre 30-40%, consumo masivo de bebidas, alimentos tam­bién fue difícil en general, y la mayoría no pudo repe­tir o alcanzar los resultados de mayo del año pasado”, expresó Dumot.

En términos acumulados, los cinco meses del primer semestre estuvieron igual­mente complicados, con una caída generalizada del 5% en promedio de unas 15 catego­rías de consumo, conforme a consultoras que miden el comportamiento, explicó.

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Es así que en líneas genera­les no se habla aún de una recuperación, a pesar de que las expectativas de mejoría ya están puestas para lo que sería el segundo semestre de este 2022, teniendo en cuenta que el impacto de la sequía estaría culminando, así como un tipo de cambio más esta­ble que quiere posicionarse, ingredientes que parecieran colaborar para la perspectiva más dinámica, dijo.

CRISIS PERSISTENTES

En este contexto, remarcó el próximo incremento del salario mínimo que se esta­ría aplicando desde julio, que según el BCP sería de un 10 a 11% en base a la inflación de los últimos meses, pero advir­tió que la crisis del petróleo seguirá, situación que el país no puede controlar, al ser un conflicto internacional.

Por lo tanto, todo este coctel de factores, internos y exter­nos, repercute en que los márgenes del sector empre­sarial estén muy apretados, en especial de aquellos sec­tores que siguen perjudica­dos por el contrabando y no pueden aplicar las ganancias ideales, mientras otros nece­sariamente deben hacerlo para la sostenibilidad de los negocios, explicó. A todo esto, sumó que la crisis del sector logístico persiste, por los altos costos de los fletes interna­cionales, y de lo que ya subió unas tres veces se incrementó un 10 a 15% más, dependiendo de los orígenes como Europa y Oriente Medio que están más complicados, a diferencia de Estados Unidos, acotó.

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