Por Alba Delvalle, alba.delvalle@nacionmedia.com.

Aromáticas opciones forman parte de la propuesta que acercamos hoy en el especial de Emprendedores LN, que se adentra al rubro de la cosmética con ingredientes 100% naturales, de la mano de dos emprendedoras: Ninfa Ferreira (32) y Andrea González (29), quienes se dedican de lleno al negocio que lleva por nombre Biofina.

Se trata de un emprendimiento de cosmética natural, cuyos productos se enfocan en el cuidado de la piel y del cabello, sin generar efectos colaterales al medioambiente, debido a que recurren a ingredientes naturales como el romero, manzanilla, ruda, yerba mate, que aportan muchas propiedades a la piel y, por sobre todo, no utilizan empaques de plástico.

Ferreira, quien es licenciada en Administración de Empresas, y González, licenciada en Nutrición y profesora de baile, se dedican a la elaboración de jabones artesanales, champús y acondicionadores sólidos, cremas para peinar, mascarillas faciales sólidas, desodorantes naturales, agua de rosas y esponjas vegetales, además jabones para perros.

La idea de incursionar en esto surgió con la premisa de expandir un estilo de vida sustentable, en el que no estén involucrados plásticos, químicos, desechos nocivos tanto para el medioambiente como para el cuerpo, a más de fomentar el reciclaje, comenzaron a contar las emprendedoras.

PROCESO ARTESANAL

“Decidimos hacer productos naturales que le den un plus de nutrición a nuestra piel, a diferencia de los industrializados que por sus componentes, el cuerpo empieza a reaccionar, y eso nos consta por los testimonios que recibimos de nuestros clientes”, refirieron.

Explicaron que la principal característica de Biofina es el proceso de producción, como ser en los jabones con la saponificación en frío, que consiste en elaborar el jabón a bajas temperaturas de modo a poder conservar todas las propiedades de los ingredientes naturales. Una vez que el jabón ha sido desmoldado y cortado, necesita entre 4 y 6 semanas para madurar, tiempo en el que se endurecen, se seca y el pH (potencial de hidrógeno) baja a los valores adecuados para la piel.

Los productos son elaborados artesanalmente; es decir, a mano, libre de químicos nocivos para el medioambiente y el cuerpo, por lo que es un emprendimiento dirigido a todo público, sin distinción de género, edad ni tipo de piel, pues cuentan con variedad de productos que se ajustan a las necesidades de cada persona, incluyendo mascotas.

Ninfa y Andrea nos sorprendieron por la gran variedad de productos y presentaciones que ofrecen, además de los precios interesantes, pues al tratarse de productos artesanales que conllevan todo un proceso más la utilización de ingredientes naturales, se convierten en una inversión para el cuidado personal a más de cuidar el medioambiente.

OPCIONES VARIADAS

Tal es así que los jabones artesanales se elaboran en base a carbón activado, con aroma a romero, ruda y romero, de rosas, de naranja, naranja con canela, naranja con urucum, de zanahoria, de sal del Himalaya, de cacao, de manzanilla, de arroz, de avena, y también en variedad para afeitar y hasta uno íntimo, a un valor de G. 20 mil.

En lo que respecta a la cosmética capilar, producen los champús sólidos para todo tipo de cabellos: normales, secos, grasos y teñidos a un precio de G. 30 mil, mientras que los acondicionadores en G. 25 mil y las cremas para peinar en G. 22 mil. En el campo de la cosmética facial, elaboran mascarillas a G. 15 mil y agua de rosas, ideales para la elasticidad de la piel en especial en el rostro, a un costo de G. 20 mil. Así también, los desodorantes naturales sólidos a G. 20 mil y la piedra de alumbre en G. 80 mil.

Ante la consulta si les parece difícil emprender en Paraguay, indicaron que todo principio de un emprendimiento es desafiante, y desde su perspectiva todo inició como un proyecto que luego se fue consolidando. “Nosotras vimos que hay mucha riqueza natural, como plantas medicinales, frutas nativas con alto contenido en nutrientes, y se pueden aprovechar muy bien”, aportaron.

Al tiempo de agregar: “Creemos que es fácil emprender siempre y cuando uno tenga audacia para ver las cosas que tiene a mano para trabajar, claro que no es tarea de un día, requiere mucha dedicación y, por sobre todas las cosas, creer en lo que uno está haciendo”.

Pero, teniendo en consideración el aspecto más difícil, alegaron al factor tiempo, ya que las emprendedoras producen en un pequeño laboratorio que nunca para, pues cada día están probando con nuevas materias primas, nuevos aceites, mejorando las fórmulas. Siempre en la constante búsqueda de incorporar nuevos productos al catálogo, hecho que requiere mucha dedicación y constancia.

En cuanto a los proyectos, indicaron que actualmente se encuentran planificando el lanzamiento de más productos, e invitaron a seguirlas en las redes para estar al tanto de las novedades en la cuenta de Instagram: @Biofinapy.

Entre el tiempo y las ganas

Como todo emprendimiento, al principio tampoco contaron con departamentos exclusivos para atender aspectos puntuales del negocio, a veces resulta desafiante repartirse las actividades entre el laboratorio, la entrega de pedidos y el marketing. “De repente sentimos que nos faltan manos, pero nunca ganas”, resaltaron con una gran sonrisa.

En relación con la pandemia, recordaron que desde sus inicios brindó la oportunidad en general a muchas empresas para adaptarse y transformarse en una mejor versión de sí mismas, opinaron las emprendedoras. Y en el caso de Biofina, al enmarcarse en dicho contexto, demuestra que con la adecuada planificación se abre un mundo de posibilidades, sobre todo en rubros en los que existe una necesidad constante de reabastecer un inventario en cada hogar y en cada comercio.