Los resultados de la encuesta de febrero del 2022 del Índice de Confianza del Consumidor (ICC) se ubicaron en 50,8. Este resultado es menor al observado en enero pasado (56,9) y en febrero del 2021 (51,3), según el Banco Central del Paraguay (BCP). Esta baja en la confianza local se debe a muchos factores como el clima, la sequía, además de la suba del precio internacional del petróleo, entre otros, argumentan. A pesar de la reducción, la confianza del consumidor permanece aún en zona de expansión. El índice se mantiene en zona de expansión por octavo mes consecutivo (escala de 1 a 100: de 1 a 49, zona de retracción; 50 zona neutral o de expansión y 51 a 100 zona de optimismo).
Miguel Mora, economista jefe del BCP, explicó que esta reducción en el índice de confianza se debe a varios factores que se venían viendo desde finales del 2021, donde se presenta un cambio en el escenario macroeconómico bastante importante. Esto guarda relación con factores climáticos que acentuaron de manera importante la sequía y repercutió en dos variables principales, agregó. “Por un lado, impactó en el producto. Si bien el BCP anunció un crecimiento de 3,7% a finales del año pasado, explicado por la expansión del sector primario de 1,6%, dado los niveles de producción que se registraban, además de los sectores secundario y terciario.
Eso cambió, las expectativas que se tienen respecto al crecimiento económico evidentemente tienen un sesgo a la baja, ya que el BCP estaría corrigiendo su proyección en abril próximo. Esto pudo haber afectado en la confianza”, explicó. Aclaró que el otro efecto que tuvo la sequía también se visualizó en los precios de bienes y servicios, en especial en el agro. Aumentaron de forma importante, no solo en Paraguay, sino en toda la región como consecuencia de la sequía. “Eso también imposibilitó que se pueda obtener esos productos a través del comercio exterior, dado que también Argentina y Brasil han registrado estos choques climáticos”, afirmó.