Paraguay venía de una política económica muy expansiva durante la pandemia y ahora se tiene que contraer porque la inflación resurgió en el mundo. En cuanto a la convergencia fiscal, el país viene de un déficit muy alto, dificultando la convergencia, y es una de las razones por las cuales se debía avanzar más rápido para tener capacidad de reacción, señaló el economista y ex ministro de Hacienda César Barreto.
“Estamos de manos atadas en cuanto a lo fiscal, por el lado de la política monetaria podemos apretar. Con esto tenemos cero margen con la inversión pública con relación a lo que estaba previsto, en cuanto a la capacidad de reacción en una recesión que va a implicar el sector agrícola”, comentó.
Agregó que lo único que se puede hacer es adelantar los proyectos de inversión pública privado, pues eso ayudaría bastante, pero que hasta la fecha no se lleva a cabo. “Tienen que hacerlo de aquí a los próximos 60 días para que aún tengan efectos en este año”, acotó.
Por el lado del complejo sojero, admitió que se prevé una merma de más de US$ 2.500 millones por los envíos de granos, pues serán poco más de 5 millones de toneladas de los 10 millones estimadas, que representa casi el 5% del PIB. Desde la Fundación Desarrollo en Democracia estiman una retracción del 1,5% para el PIB del 2022, aunque antes previeron una expansión del 3%, en especial por el efecto negativo de la sequía en el agro, que se trasladará a toda la economía.
En tanto, para el 2023 se estima un efecto rebote que dejará una expansión del 8,5%. “Algo positivo es que los precios de los commodities se mantienen alto, lo que ayudará, pero que no llega a niveles anteriores”, dijo. Comentó que otro factor es que Argentina continúa con su control cambiario, un problema que agudizará el contrabando.