La economía paraguaya dejaría de registrar una importante can­tidad de divisas ingresadas en concepto de exportacio­nes de soja, que, según las estimaciones, se prevé sea el 60% menos de la cosecha. Esto podría generar una pérdida de hasta US$ 3.600 millones para el país, lo que generará una avalancha de efectos negativos en toda la cadena productiva. Por ahora el Gobierno no prevé ningún nuevo plan de miti­gación, aparte del anunciado en diciembre.

Al inicio de la siembra de la soja, en setiembre pasado, el escenario actual propiciado por la sequía era impensado y se pronosticaba una cose­cha de 10,5 millones de tone­ladas de soja. Sin embargo, la ausencia de lluvias impor­tantes se extendió más de lo habitual. Si bien la campaña continúa, la expectativa de cosecha cayó estrepitosa­mente a 4 millones de tone­ladas, y según la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cerea­les y Oleaginosas (Capeco), este número también podría ser inferior.

El 29 de diciembre pasado, el Equipo Económico Nacional (EEN) dispuso medidas de refinanciación de préstamos y conservación de la califi­cación crediticia. El plan comenzó a aplicarse el 5 de enero, pero la sequía persis­tió y son necesarias nuevas asistencias, según los afec­tados. “En general, la ten­dencia es para peor que para mejor. Hace falta sentarse entre todos para ir conver­sando”, opinó el titular de la Unión de Gremios de la Pro­ducción (UGP), Héctor Cris­taldo, en el canal GEN y Uni­verso 970 AM.

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Mencionó las diferencias de las circunstancias entre diciembre pasado y el día de hoy. Cuando fue aprobado el plan de contingencia en el último mes del 2021, los productores no disponían dinero para cubrir sus deudas; sin embargo, hoy el escena­rio es un poco más favorable en ese sentido. En contra­partida, actualmente ya no cuentan con capital produc­tivo, el cual será indispen­sable para la próxima siem­bra de setiembre. A esto se suma el incumplimiento de contratos de quienes debían cargas y no cumplieron por falta de mercadería. El docu­mento cuenta con cláusulas de compensación y penaliza­ción. “Poca gente está enten­diendo el tamaño de avalan­cha que nos viene, esto es un tsunami que va a venir, noso­tros sentimos en el campo cuando empieza a calentarse la leche, acá en Asunción se dan cuenta cuando ya se derramó”, advirtió Cristaldo.

En el 2023, economía se recuperará

Si se hacen bien las cosas, en el 2do. semestre se volverá a contar con condiciones favorables para sembrar, dicen.

“Estos meses que se vienen van a ser muy duros para el campo, pero si hacemos bien las cosas, podremos en el segundo semestre del año volver a contar con condiciones favorables para volver a sembrar y marcar al 2023 como el año de la recuperación”, dijo el presidente de la Unión de Gremios del Producción (UGP), Héctor Cristaldo. Explicó que este año se registra la misma caída económica que se presentó en el 2013. “Vamos a ver cómo se presenta este año, ya que es año político y no figura casi en la agenda de nadie el tema económico. Son escenarios complicados donde tenemos mucho margen de error”, manifestó.

Agregó que las expectativas de divisas a ingresar este año por la producción de granos caerán significativamente y no se alcanzará la proyección de generar poco más de US$ 4.000 millones de divisas, con una producción de 10.500.000 toneladas. “Eso va a caer significativamente y no va a entrar por lo menos US$ 2.600 millones al país y US$ 900 millones de plata que circulaba dentro del país”, aseguró.

Sostuvo que la sequía que se registra hace que la calidad de los granos baje de manera exponencial. “El maíz es fundamental para toda la cadena avícola, porcina, láctea y eso puede complicar y encarecer, que terminará por subir el precio de los alimentos que la gente recibe en su mesa, ya que el problema se inicia en la chacra con la baja productividad”, explicó.

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