La sequía, sumada a la ola de calor y los últimos incendios forestales, generan preocupación en el sector ganadero debido al impacto que está ocasionando en la producción, aunque las lluvias registradas en las últimas horas dan un ligero alivio, señaló el presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Carne (APPEC), Fernando Serrati.
“La sequía es una realidad, pero gracias a Dios tuvimos lluvias en varios puntos del país y eso nos trae un poco de alivio y tranquilidad para el personal del campo y porque también las proyecciones indican que la próxima semana seguirán las precipitaciones”, expresó.
El representante del gremio indicó que la preocupación radica en la falta de pastura y en la baja reserva de agua, ya que ante la falta de lluvias muchos tajamares se secaron y dijo que, si bien la sequía afecta a todo el país, el impacto es mayor en Boquerón y Alto Paraguay, que son los departamentos que aportan mayor porcentaje de ganado para las faenas. “La coyuntura no es fácil”, agregó.
Sostuvo que a todo ello se suman los inconvenientes con la producción de maíz zafriña, ya que dependen del balanceado para alimentar a los animales en confinamiento en invierno. Esto podría generar que el ganado llegue sin peso para faena, explicó.
NIVEL DE FAENA
Serrati mencionó que el promedio de faena de enero se mantendrá en 145.000 cabezas, al igual que en el primer mes del 2021, pese a las dificultades por las que atraviesa el rubro pecuario. En tanto que la cifra de febrero sí puede verse afectada, adelantó.
En cuanto a pérdidas económicas para el sector, manifestó que sí hay, ya que hubo alambrados quemados, potreros, entre otros daños, pero “no se puede cuantificar aún”.
Agregó que, si bien el panorama se presenta un poco complicado, la expectativa es que sea un buen año para la ganadería, ya que la cotización internacional se mantiene y la intención es superar los ingresos alcanzados por toda la cadena en el 2021.