El Presupuesto General de la Nación versión 2022 deberá concretarse su reglamentación en los próximos días, el cual fue consensuado en el Senado por G. 96,7 billones (US$ 13.841 millones), mientras que el Poder Ejecutivo había propuesto un total de G. 92.2 billones (US$ 13.191 millones). Sobre esa diferencia, el economista Aníbal Insfrán manifestó que se trata de una cifra manejable ya que se mantiene dentro del déficit fiscal en un 3% del PIB, aunque advirtió que podrían surgir algunos inconvenientes.
“Hasta los niveles actuales es todavía manejable, ya que con relación a la deuda hasta noviembre tenía un pago acumulado de intereses de US$ 500 millones, no es poca cosa, pero para todo lo que es el PGN que está rondando los US$ 13.000 millones, que significa que de alguna manera te indica que el financiamiento que tenemos de la deuda en general no es muy alto. Además, tenemos otras deudas a largo plazo dentro del esquema de composición de plazos”, dijo.
Aseveró que la distribución de recursos también indica que son montos que se pueden hacer frente ante el PGN, pero se debe tener en cuenta que sobrepasar puede generar problemas ya que la estructura de gastos es muy rígida. Con relación al déficit fiscal, mencionó que el mismo podría culminar en 3,8%. Argumentó que es difícil volver muy rápido a la senda indicada por la Ley de Responsabilidad Fiscal, pero que estamos en esa línea. “La idea es que en el 2022 podamos estar en torno al 3% y al siguiente ya estemos en torno al 1,5%. Lo interesante del año entrante es que se está previendo, de surgir alguna necesidad, se tiene una pequeña capacidad de endeudamiento a pesar de que la idea ya no es trabajar con eso, pero depende también ya que podría surgir un empeoramiento con la situación sanitaria. Esperamos que la ciudadanía sea consciente y se vacune plenamente y así evitar una tercera ola en el país”.
Recordó que prorrogar la Ley de Emergencia Sanitaria no debería ser un problema muy grave, siempre y cuando se maneje adecuadamente ya que los valores no son muy altos y no cambian en gran medida la deuda total. “La reducción de las inversiones es mala para nuestro país que precisa crecer en infraestructura, eso no está bien y salió del control del Ejecutivo”.
Dijo que uno de los grandes problemas que tenemos en la estructura de la generación del presupuesto público es que la iniciativa de gastos puede provenir del Parlamento, no como en otros países que provienen del Ministerio de Hacienda o Economía.