La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cerea­les (Cappro) señala que la situación de la molienda de soja en el 2021 ya se torna irreversible y cerrará el año con caída, ya que ni si se lle­gara a utilizar el 100% de la capacidad nominal de las industrias para esta oleagi­nosa se podrá igualar el volu­men de molienda del 2020. Esta previsión se basa en los datos hasta setiembre de este año.

Lo anterior implica que la principal materia prima procesada en el país tendrá su tercer año consecutivo con reducción, marcando una tendencia por demás negativa para este sector, incluso en este contexto de mejoría de los precios, describen desde la Cappro.

Esta suba de precios no sig­nificó una mejoría para la industria debido a que fue superada por las malas con­diciones de competitividad y por situaciones como el paro de camioneros, lo que obligó a muchas fábricas a suspen­der sus operaciones, explica el boletín del gremio.

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Estos números dejan de mani­fiesto que las afirmaciones que se hacían desde la Cappro a partir de que comenzaron a modificarse las reglas con las que las agroindustrias actua­les se instalaban o ampliaban su capacidad para procesar oleaginosas reflejaban la rea­lidad, ya que las estadísticas actuales y la evolución de la industria aceitera en los últi­mos años así lo demuestran, destacan.

Al cierre del tercer trimestre, la molienda total de oleagi­nosas acumulada es de ape­nas 2.121.911 toneladas, una reducción de más de 450.000 toneladas en relación con el mismo período del 2020, y de un 23,6% con respecto al promedio de procesamiento acumulado hasta setiembre en los últimos tres años.

“Para revertir esta situa­ción se deberían dar cam­bios importantes a nivel local para devolver a las industrias la competitividad perdida y que estas puedan aprovechar en mayor medida nuestras materias primas dentro del territorio”, sostienen desde el sector agroindustrial.

En ese sentido, afirman que sería clave construir una política industrial que per­mita compensar las inequi­dades del comercio interna­cional, donde normalmente se imponen trabas (arance­larias) para adquirir produc­tos industrializados como la harina, el aceite y la cascari­lla, pero se ofrecen facilida­des para hacerse con el mayor volumen posible de materias primas como la soja en estado natural, para fomentar las industrias locales.

COMERCIO EXTERIOR

Por otra parte, al cierre del tercer trimestre del año, el complejo soja generó más de US$ 3.530,21 millones, una mejoría del 34% si se compara con lo obtenido en el mismo período del año pasado. Este considerable aumento se explica en la gran mejoría de los precios internacionales, tanto para la soja en estado natural como para sus productos industrializados. Este nivel de ingresos representa el 43% de todo lo generado por el país por sus exportaciones en lo que va del año, un aumento de 2 puntos porcentuales en la comparación interanual.

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