Ante una nueva ola de focos de calor luego de frío, incendios, sequía y pronunciada bajante, salen al paso distintos planteamientos por encarar como acciones para mitigar los efectos del cambio climático, que traen consigo perjuicios tanto económicos como en la salud humana.
El profesor e investigador científico, Norman Breuer, explicó a La Nación que de hecho hay una falta de entendimiento sobre quien ha causado históricamente el cambio climático, y que Paraguay no tiene nada que hacer en mitigación.
“Paraguay contribuye con menos del 0,07% de gases de efecto invernadero por año. Además, toda Sudamérica, incluyendo Brasil han contribuido históricamente con alrededor del 2%. Lo histórico es importante porque el CO2 que es acumulativo y de vida larga en la atmósfera, alrededor de 1.000 años. Los países industrializados son los que históricamente emitieron el mayor porcentaje de gases de efecto invernadero”, expresó.
A lo que sumó que son los países industrializados de Europa, Estados Unidos, Japón, más adelante China y Rusia, los que causaron el problema. En América se sufren los impactos negativos del cambio climático, sobre todo, a través de un aumento en la intensidad y en la frecuencia de los eventos extremos climáticos (sequías, inundaciones, granizadas, heladas, tormentas fuertes).
Las pérdidas económicas a causa de sequía e incendios se dan con la reducción de forraje disponible para los animales, a más del costo que representa tener que trasladarlos de lugar. Esto lleva a pérdidas a lo largo de varios años.
A LA ACCIÓN
Para Breuer lo que se debe hacer como país es poner énfasis en la adaptación. Se debe hacer un giro desde la reacción ante eventos extremos a la preparación y planificación. Se debe tener un plan nacional en el que cada municipio, además de múltiples otras instituciones pueda prever con varios meses de anticipación las acciones para enfrentar la época tanto de incendios o sequías. Este plan nacional debe contemplar delimitar en qué lugares del Paraguay puede darse incendio sin causar mayores daños (los ecosistemas adaptados al fuego), y concentrar más esfuerzos en otros lugares como la zona del Bosque Atlántico de la Región Oriental, incluyendo los parques nacionales. Por supuesto si se acercan a las ciudades y el humo pueda constituirse en un peligro para la salud pública, allí se deben priorizar acciones.
Es importante también hacer acciones a nivel de campo. Un fuerte pastoreo del lado norte de los potreros, pelar la pastura, limpiar o pastorear debajo de los transformadores eléctricos. Se debe controlar y castigar el tema de cazadores furtivos y pescadores que causan muchos de los incendios. Finalmente, es muy importante dotar a las fuerzas especiales, como los bomberos, de infraestructura, logística y entrenamiento.
ALERTA GLOBAL
Importantes científicos del mundo pronosticaron que en las próximas décadas los cambios climáticos aumentarán en todas las regiones, y que habrá cada vez más olas de calor, estaciones cálidas más largas y estaciones frías más cortas. De acuerdo con el reciente informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, siglas en inglés) el cambio climático también está intensificando el ciclo del agua, trayendo consigo lluvias más intensas e inundaciones asociadas, así como sequías más intensas en muchas regiones. El estudio titulado “Cambio climático 2021: la base de la ciencia física” proporciona nuevas estimaciones sobre las posibilidades de superar el nivel de calentamiento global de 1,5 grados Celsius en las próximas décadas, y descubrió que, a menos que haya “reducciones inmediatas, rápidas y a gran escala de las emisiones de gases de efecto invernadero, limitar el calentamiento a cerca de 1,5 o incluso 2 grados Celsius será inalcanzable”.