El vicepresidente de la Cámara Para­guaya de Exporta­dores (Capex), César Ros, destacó la liberación transi­toria de agua por parte de la hidroeléctrica Yacyretá, lo que ayudó a mejorar el nivel del río Paraná y permitió que las barcazas puedan cruzar la esclusa de Yacyretá para ir destino a los mercados inter­nacionales.

Ros advirtió que la situación en el río Paraguay sigue crí­tica y afecta a gran parte del comercio exterior debido a que el 80% de las importa­ciones y exportaciones para­guayas es transitado a tra­vés del río Paraguay. “El río Paraguay es el que acarrea el 80% del comercio inter­nacional de nuestro país; es crítica la situación. La solu­ción es un buen dragado y que se implemente un man­tenimiento todo el año. Ese es el problema de la hidrovía, que no hay un programa de mantenimiento a lo largo del año que permita la navega­bilidad del río Paraguay, los 365 días del año”, aseguró.

Según la Dirección de Meteorología e Hidrolo­gía, el nivel del río Para­guay amaneció este martes en 0,84 metros en el hidró­metro del Puerto de Asun­ción. Esta nueva reduc­ción, que se da luego de un breve repunte en los prime­ros meses del año, es obser­vada desde el primer día de mayo, en donde el nivel del río Paraguay se había ubi­cado en 1,44 metros.

El vicepresidente de la Capex expresó que la grave situación en los ríos Paraguay y Paraná está generando tremendos sobrecostos en la logística, lo que finalmente es trasla­dado al productor (cuando se trata de exportación), ya que en caso de la soja, por ejem­plo, es comercializada con un precio fijado a nivel inter­nacional. Cuando se trata de importación, el sobrecosto lo asume normalmente el con­sumidor final. “Se están expe­rimentando sobrecostos por la sobrestadía de las barcazas cargadas y por la menor posi­bilidad de transportar las car­gas”, explicó Ros.

La liberación de agua por parte de la hidroeléctrica faci­litó la movilización de las bar­cazas desde el sábado. Hasta ayer, dos remolcadores que transportaron un poco más de 31.000 toneladas de granos pudieron cruzar la esclusa de Yacyretá. Faltarían aún unas 93.600 toneladas que que­daron varadas aguas arriba por las malas condiciones de navegabilidad.