Con sus numerosos atractivos, los visi­tantes tendrán la posibilidad de vivir una expe­riencia inolvidable, solo es cuestión de animarse y prepa­rar maletas. La pasión, las cos­tumbres y la cultura se podrán sentir con solo recorrer las calles porteñas, además, el visitante tendrá suficientes opciones de entretenimiento y el plus de conocer la ciudad y su gente.

Uno de los lugares más lla­mativos de la capital es la ave­nida 9 de Julio, la más ancha del mundo, por donde circu­lan miles de vehículos. En ese lugar también se apre­cia el famoso Obelisco, ícono de Buenos Aires. Otra pro­puesta es visitar el barrio más moderno, como conocen a Palermo, especial para que­dar alojados en los cómodos hoteles, hostales o en un apart hotel y disfrutar de todos los atractivos de la ciudad.

Palermo es sinónimo de mucha vida, un lugar seguro con varias actividades diurnas y nocturnas como tiendas de diseñadores de moda, pubs, bares y discotecas, sin olvidar los restaurantes para disfrutar de la gastronomía argentina.

¿Quién no soñó alguna vez con estar en el populoso barrio La Boca? La pasión, sus colores y su pintoresco estilo lo con­vierten en uno de los luga­res preferidos de los turistas. Está situado al lado del antiguo puerto de Buenos Aires.

En este barrio está situado uno de los clubes más conoci­dos y galardonados del mundo, Boca Juniors, que tiene asen­tado uno de los monumen­tos admirados por propios y extraños, el estadio Alberto J. Armando, más conocido como la Bombonera.

Con sus coloridas casas y tabernas, La Boca se aferra a su tradición de tango, el bando­neón, la pasión por el fútbol y las raíces italianas. Hoy en día es uno de los centros cultura­les más importantes y atracti­vos turísticos de Buenos Aires.

Un museo al aire libre sobre el tango y un mercado de arte, con sus calles empedra­das, casas de colores brillan­tes y originales obras de arte alrededor de todo el vecinda­rio, son un espectáculo poco común, algo que no verán en ningún otro lugar del mundo a excepción de Caminito. Res­taurantes tradicionales cuen­tan con espectáculos de tango en vivo, así como bailarines y músicos que deleitan con sus talentos.

El más antiguo barrio residen­cial de la capital federal respira un ambiente histórico espe­cial. Como uno de los centros más importantes durante el siglo XIX, San Telmo conserva muchos de los lugares arqui­tectónicos, museos, hermo­sas tiendas de antigüedades y antiguas iglesias de Bue­nos Aires, que hoy en día sir­ven de telón de fondo para los negocios, eventos culturales y actividades del día a día. Este barrio es un gran lugar para pasear durante una tarde de domingo, disfrutar de sus ferias, comer o deleitarse con un café en uno de los impre­sionantes cafés.

Al norte del centro de Buenos Aires se encuentra uno de los lugares al que se puede llegar en un corto trayecto, mediante un tren, Tigre, situado a 28 km de la capital porteña a orillas del exótico Delta del Paraná. En Tigre se puede hacer un recorrido a través de las impresionantes islas del Delta del Tigre, caminar alrededor de la encantadora ciudad, ir a dar un paseo en la montaña rusa del parque de atraccio­nes de la Costa, o apostar en las mesas de póker en el casino.

El gobierno porteño trabajó durante estos meses para ser una ciudad preparada, desa­rrollando una serie de proto­colos para esta nueva norma­lidad. Por eso, la ciudad obtuvo el sello de destino seguro del Consejo Mundial del Viaje y el Turismo (WTTC), que garan­tiza que la ciudad cumple con todos los protocolos sanita­rios y de seguridad para reci­bir turistas, y es una garantía internacional de confianza para los viajeros.

Hablar de Buenos Aires es degustar de su deliciosa gastro­nomía. Cualquier viajero podrá disfrutar del tan conocido bife de chorizo por solo US$ 4. La mejor carne del mundo al mejor precio. Sin embargo, si lo que se quiere es ahorrar aún más, el típico choripán (sándwich de chorizo con típica salsa chimi­churri) con una cerveza helada puede conseguirse por US$ 3, incluso en las zonas más exclu­sivas de la ciudad.

Pizzas y helados, otras de las variedades gastronómicas con las que cuenta la capi­tal porteña.