POR NILVA AGÜERO

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“El campo en sí no se vio afec­tado” por la pandemia del nuevo coronavi­rus y las perspectivas para este nuevo año son alentadoras. Así lo indicó el ministro de Agricul­tura y Ganadería, Moisés San­tiago Bertoni, en esta edición de Mano a mano LN. Señaló que el sector agropecuario se posi­cionó como esencial para garan­tizar la seguridad alimentaria en la crisis sanitaria pese a la incertidumbre inicial en cuanto al comportamiento de los mer­cados, los precios y la demanda. El titular del MAG habló de las negociaciones con los Estados Unidos para la apertura de la carne y de los desafíos del sec­tor agrícola paraguayo.

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– Si bien fue un año atípico por la pandemia del covid-19, ¿qué evaluación hacen desde el MAG del impacto que generó esta situación?

– Nosotros veníamos de una campaña agrícola 2018/19 bas­tante afectada por fenómenos climáticos y la 2019/20 fue una de las campañas donde tuvimos récord de producción en varios rubros. Cuando todo parecía que venía un año de recupe­ración fuerte de los efectos del año anterior, viene la pandemia. Con el inicio de la pandemia se registró una caída en los precios internacionales, que llevó a que ese gran volumen se comercia­lice a precios bajos. Teníamos volumen y se compensó de alguna manera el precio con los volúmenes producidos por los agricultores.

Tuvimos dificultades, pero eran cómo nos adecuábamos a esta situación. Permitir que nuestras exportaciones agrícolas conti­núen, nuestras importaciones mantener en algunos rubros que no teníamos, todo eso llevó a un periodo de ajustes que fue relativamente rápido, definir los protocolos, después estaba todo el trabajo de campo, pero el campo en sí no se vio afectado.

Tuvimos algunas dificultades, pero se consiguió ajustar y a par­tir de eso este sector comenzó a recibir problemas más relacio­nados al clima. Tuvimos rubros con buen desempeño como sésamo y en cuanto a horticul­tura tuvimos buena produc­ción de tomate que hasta ahora se está comercializando todo y a un precio bueno. Hubo buena producción de papa y se comer­cializó bien. En líneas genera­les fue un buen año. En cuanto a trigo tuvimos una afectación por heladas en la zona de Ita­púa, pero con una cosecha de unas 800 mil a 900 mil tonela­das que está dentro de la pro­ducción normal.

PERSPECTIVAS 2021

– Con una economía a nivel mundial desacelerada por la crisis sanitaria, ¿cuáles son las perspectivas para el sec­tor agro para el 2021?

– La carne cerró un año con muy buen desempeño. Tuvi­mos periodos con precios muy bajos para los productores, pero eso a partir de setiem­bre se ha venido acomodando nuevamente y ahora estamos con precios buenos. Los mer­cados se están normalizando, cerramos el año con exporta­ciones a Chile por arriba de los 400 a 500 millones de dólares. Chile es un socio comercial muy importante y después los otros mercados, como Taiwán, que se está constituyendo en el tercer mercado destino y se está con­solidando.

El mercado de Rusia siempre está, y hay mercados que han empezado a moverse, como el de Israel. Hay un dinamismo que creo que va a hacer que tenga­mos buenos precios este 2021 y el sector recupere su dinamismo.

Tenemos la apertura del mer­cado de Uruguay al sector porcino. Hay un potencial de exportar alrededor de 40 mil toneladas. Después estamos trabajando con exportaciones para Taiwán y eso va ir moti­vando mucho lo que es el pro­cesamiento de granos. Quere­mos insistir mucho también en cuanto a animales meno­res, específicamente ovejas y cabras porque la industria está requiriendo y la industria está pidiendo ese tipo de producto y Paraguay tiene un potencial importante. Con la soja tuvi­mos un retraso en el inicio del periodo de siembra, tuvimos seca hasta mediados de octu­bre. Las últimas lluvias nos hacen estar optimistas, tene­mos una soja muy tempranera que fue afectada, pero que los agricultores ya están resem­brando o ya resembraron y van a tener ese sobrecosto, pero se está desarrollando muy bien.

EFECTO REBOTE

– ¿Cuál va a ser la impli­cancia del sector agro en el efecto rebote en la econo­mía que habla el BCP para este año?

  • Lo que probablemente no ten­gamos es un aumento en volu­men porque la cosecha anterior de soja fue una supercosecha y ahora vamos a tener una cose­cha normal, pero sí vamos a tener precios muy buenos. Ahora la soja cotiza a 450 dóla­res la tonelada, mientras que el año pasado se cotizaba en menos de 300 dólares la tone­lada y si hacemos por el volu­men que produce Paraguay solo por una diferencia de precio tendríamos más de mil millo­nes de dólares de diferencia en ingresos. Otro rubro como el maíz también está teniendo muy buen desarrollo para esta cosecha. El arroz también está repuntando fuertemente en su precio, entonces hay un pano­rama muy alentador para los principales rubros. Ese rebote que habla el Banco Central para nuestra economía, que sería del 4%, va a estar apalancado por el sector agrícola. Tenemos un producto que es absolutamente necesario en el mundo; esa es la ventaja que tiene Paraguay de producir alimentos y que, con pandemia o sin pandemia, el mundo va a requerir.

¿Cómo afectó la pande­mia a las negociaciones que se tenían para la apertura de nuevos mercados como en el caso de EEUU para la carne?

– El punto principal que hizo fue que se retrase un poco, y es que por un proceso legal debe hacerse una consulta antes de habilitarnos y esta consulta pública se retrasó por la pan­demia. Estamos optimistas y creemos que el 2021 va a ser el año en que vamos a lograr el ingreso a los EEUU. Creemos que estos procesos que se deben realizar internamente en los EEUU van a poder hacerse este año y con eso tenemos el acceso al mercado norteamericano.

Nosotros tenemos la carne que es un producto de calidad, el 70% del mercado es carne molida para hamburguesa y probablemente nosotros podamos ingresar con ese tipo de carne al principio y después nuestros productos premium. Pero yo creo que estaríamos, en un cálculo a nivel personal, ini­ciando con unas 10.000 tone­ladas, inclusive alcanzar unas 50.000 toneladas. Es un mer­cado que nos habilitaría entrar a otros mundiales.

– ¿Qué debilidades y forta­lezas reveló la pandemia de la agricultura y ganadería paraguaya?

Tenemos un sector muy pujante tanto en la ganade­ría como en la agricultura, pero tenemos una brecha muy grande que debemos ir cortando entre los pequeños y los grandes productores, uso tec­nológico, rendimientos y ese es el desafío principal, darles las condiciones para que reciban tecnología y vayan teniendo los rindes y se están dando. En cuanto a rubros hortícolas, los desafíos son para la producción. Queremos entrar en un acom­pañamiento fuerte de lo que es riego. El desafío grande es la parte de la comercialización.

– ¿Cuáles son otros rubros a potenciar, excluyendo los productos con mayor demanda como carne y soja?

– El sésamo tal como produce Paraguay depende mucho del Japón. Se vino haciendo un buen trabajo y el volumen del 2020 fue de 20 mil toneladas exportadas al mercado japo­nés. Ojalá podamos consoli­darnos, ya que es un mercado grande y que paga bien. Otro producto que se ha venido con­solidando es la banana, cerra­mos el año pasando los 15 millones de dólares, que repre­senta 40% más en las expor­taciones.

Hay un trabajo que se está haciendo, hay produc­tores más consolidados que tienen producto de calidad de exportación y están los peque­ños productores con los cuales el ministerio está trabajando junto con los gremios expor­tadores a fin de ir equilibrando esa calidad. Hay un mercado grande para crecer en el rubro de la banana, nosotros abas­tecemos el 3% del mercado de Buenos Aires, tene­mos poten­cial para crecer, pero debemos de lle­gar con calidad y productos competitivos para competir con otros países.

En cuanto a la piña, tuvimos nuestras pri­meras cargas, pero hay que empezar a trabajar con el mer­cado argentino. Hay que tra­bajar con tecnología, tener la producción para la época en que ese mercado requiere con toda la calidad que hay que dar a un producto de exportación y luego ir viendo para industria­lizar estos productos.

– Las crisis también gene­ran oportunidades, ¿se pudo identificar algunas con la pandemia?

– Se fortaleció la imagen de la agricultura a nivel social. No tuvimos desabastecimiento, no faltaron alimentos durante toda la pandemia y si bien todo el comercio no se ha podido desarrollar por otras cuestiones como evitar las aglomeraciones, pero sí se han hecho muchas cosas y la gente empezó a valo­rizar el trabajo, el esfuerzo que se hace en el campo.

Aumen­taron las huertas familiares y tuvieron mucho impacto. La producción de alimentos va ser un negocio importante, hay un mundo demandante y Para­guay tiene las condiciones de seguir trabajando para conver­tirse en una plataforma expor­tadora de alimentos y podemos crecer tanto en volumen como en calidad y creo que también nos están mirando con otros ojos. El sector se ha podido posi­cionar como sector extremada­mente importante ante la sociedad y el mundo, y es la oportunidad que ha generado por su condicio­nes de seguir siendo un país exitoso como productor y exporta­dor de ali­mentos.­

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