En esta edición especial de fin de año, el diario La Nación acerca a los lectores un mano a mano con el actual ministro de Indus­tria y Comercio, Luis Alberto Castiglioni, para conocer más sobre los proyectos y desafíos tanto de la institución como en su nuevo rol asumido en este 2020. Al titular del MIC le tocó ocupar su cargo en plena pandemia en una cartera más que importante, atendiendo a que la institución está directa­mente relacionada a la activi­dad económica del país desde la arista industrial, comercial y de servicios, con una fuerte incidencia de las mipymes, que representan cerca del 90% de la fuerza productiva.

–¿Cuál es su principal desa­fío como ministro de Indus­tria y Comercio?

–Mi mayor desafío como minis­tro de Industria y Comercio es liderar de forma eficiente una de las instituciones claves para el bienestar y el desarrollo eco­nómico de la República. No solo para la pospandemia, sino tam­bién para el futuro, impulsando políticas de gobierno eficaces y proactivas que atraigan el capi­tal extranjero, generen puestos de trabajo y mejoren la calidad de vida de las personas.

–¿Cuál es su balance al cie­rre de año y cuáles son las expectativas en cuanto a crecimiento de la industria para el 2021?

–Todas las mediciones espe­raban para este año una caída del 3,5% para el sector indus­trial, pero el dinamismo y el esfuerzo de todos los trabaja­dores y trabajadoras de este sector hizo que esas medicio­nes mejoren notablemente en los últimos meses. El trabajo de nuestra gente, el ingenio de los emprendedores y el lide­razgo de nuestros industriales hacen posible que el próximo año podamos esperar un vigo­roso crecimiento en todas las áreas. Otro hecho positivo que podemos destacar es que durante los últimos meses, sec­tores como la industria azuca­rera, entre otros, experimen­taron un notable incremento en las ventas, esto nos muestra la importancia y la efectividad de detener el contrabando para la generación de mayor produc­ción y empleo nacional.

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–¿Cuáles son las debilidades y fortalezas de la industria nacional reveladas durante la pandemia?

–Una debilidad que quedó demostrada durante la pan­demia fue el gran impacto que causa el contrabando en la economía nacional. Hemos recibido reportes de sectores industriales y comerciales de un incremento sustancial de sus ventas durante los últimos meses, por el cese de entrada de mercaderías de contrabando. Una fortaleza de nuestro país fue que nunca tuvimos desabas­tecimiento de productos, como llegó a ocurrir incluso en países desarrollados. Aún en los peo­res momentos de restricción, nuestra economía, el comercio y la producción básica siguieron abasteciéndonos.

FORMALIZACIÓN DEL EMPLEO

–¿Cómo seguirá enfren­tando la recuperación del empleo. Habrá nuevos programas?

–Las mipymes están haciendo un gran esfuerzo para resistir el embate de la pandemia. En Para­guay, el 97% de las empre­sas son mipymes, que ocu­pan y emplean a alrededor del 70% de la fuerza laboral paraguaya. Sin embargo, hay que reconocer que alrededor del 70% no está formalizada, lo que dificulta sus posibili­dades de acceder al crédito y a otras herramientas como capacitación, acompaña­miento y asistencia técnica.

–¿Qué se piensa hacer al respecto?

–Atendiendo a esta situa­ción, desde el MIC estamos redoblando los esfuerzos para brindar el mejor ase­soramiento a las empre­sas, en materia de formali­zación y acceso al crédito. Como así también, les ofre­cemos capacitaciones en ges­tión empresarial y ponemos a disposición de las mismas herramientas de comercio electrónico para la promo­ción de sus productos y servi­cios, a modo de fortalecerlas y proteger los empleos. En este aspecto, más de 1.200 mipy­mes fueron asesoradas por el MIC a través del Viceministe­rio de Mipymes para la obten­ción de créditos en diferen­tes puntos del país, y fueron otorgados, vía banca pública, más de 85 mil créditos, alcan­zando la suma aproximada de US$ 650 millones. Además, tenemos programas de coo­peración internacional de la Unión Europea, que apun­tan a la mejora de la com­petitividad de las mipymes. También de la República de China (Taiwán), que brinda asistencia técnica a mipymes de sectores priorizados como confecciones, yerba mate, calzados y lácteos. Y con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que busca mejorar el acceso al crédito.

EXPORTACIONES

–Desde Rediex hablan de potenciar nuevos secto­res en las exportaciones. ¿Cuáles serían los nuevos rubros?

–Uno de los pilares de nuestro plan estratégico es la diversi­ficación de nuestras exporta­ciones, promoviendo la trans­formación productiva, lo que implica aumentar la competi­tividad de clústeres, cadenas de valor y sectores estratégicos. A través de la Red de Inversio­nes y Exportaciones (Rediex), hemos seleccionado sectores claves con ventajas comparati­vas reveladas para dinamizar nuestra economía. Las mesas o plataformas sectoriales que se han definido son: alimen­tos y bebidas; carnes y deri­vados; forestal y floricultura; textil y confecciones; quími­co-farmacéutico; sector auto­motor y manufactura liviana; biocombustibles y energías renovables; e industrias crea­tivas y servicios.

Adicionalmente, estamos trabajando en temas trans­versales como logística, clima de negocios y facili­tación del comercio, donde articularemos una estrate­gia conjunta con las demás instituciones públicas y el sector privado para mejo­rar la competitividad.

–Para atraer inversiones, ¿qué tipo de empresas serán captadas?

–En este momento ya esta­mos acompañando impor­tantes proyectos de inversión en el país, como por ejemplo el proyecto Paracel SA, que consiste en la instalación de una planta de celulosa en el departamento de Concepción a través de una alianza entre el Grupo Zapag (Paraguay) y Girindus Investments SAB (Sue­cia), con una inversión estimada en US$ 3.200 millones y la generación de 24.000 empleos directos e indirectos.

Otro ejemplo es el proyecto de la empresa ECB Group Para­guay SA, denominado Omega Green, que ha reconfirmado su intención de establecerse en el país con la instalación de una planta de biocom­bustible, una inversión esti­mada de US$ 800 millones y la generación de 4.000 empleos directos e indirectos. Bus­caremos, además, inversio­nes que usen nuestra energía renovable para fabricar pro­ductos de nivel mundial, de alto valor agregado, como los vehículos eléctricos. Para tal efecto, estamos trabajando con países como Corea en la instalación de un centro tec­nológico de autopartes, con énfasis en buses de pasajeros y transporte de carga ligera (todos eléctricos).

–¿Seguirá promocionando el MIC con gran ímpetu el régimen de maquila?

–Es importante resaltar que el régimen de la maquila cum­ple un papel fundamental en la diversificación de nuestra economía, ya que sus exporta­ciones se componen principal­mente de bienes con alto valor agregado como las autopar­tes, los productos químicos, los productos textiles, los cal­zados, entre otros. A la fecha se han instalado un total de 220 industrias maquiladoras de exportación, con inversión de unos US$ 600 millo­nes. Además, la evolución de la partici­pación de la maquila en las expor­taciones de las manufacturas paraguayas se vio reflejada a lo largo de estos años, ya que pasó del 3% al 20% entre 2009 y 2019, respecti­vamente. Asimismo, tiene un valor social muy impor­tante y un impacto sensible en la microeconomía, ya que emplea a casi 18.000 paragua­yos en forma directa.

–¿A cuántos programas aprobados se aspirará para este nuevo año?

–Nuestra meta para el 2021 es la instalación de 30 nuevas industrias maquiladoras de exportación, con una inver­sión aproximada de US$ 25 millones y la posibilidad de vincular a 1.500 funcionarios.

–¿Cómo está actualmente el posicionamiento Marca País de Paraguay?

–Desde Rediex se están otor­gando las primeras 10 licen­cias de usufructo de la marca a empresas de sectores como: alimentos, turismo, cultura, eventos. Para el efecto, se cuenta con una reglamen­tación que permite al sector público, privado y a organi­zaciones civiles que lo solici­ten. Una marca país es mucho más que un diseño atractivo, es ponerle el sello de lo que somos y aspiramos a ser como nación a nuestros productos y eventos, para así diferenciar­nos a nivel internacional por lo que nos caracteriza, un país joven que busca la oportuni­dad de insertarse en el mundo con la cali­dad de sus produc­tos y de su trabajo.

“Todas las mediciones esperaban para este año una caída del 3,5% para el sector industrial, pero el dinamismo y el esfuerzo de todos los trabajadores y trabajadoras de este sector hizo que esas mediciones mejoren notablemente en los últimos meses”

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