La Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP) junto a Grupo Arcor en Paraguay y Uruguay, Fun­dación Arcor en Argentina y Chile e Instituto Arcor Brasil organizaron la Tercera Edi­ción del Premio “Mi Patio es el Mundo”, un certamen des­tinado a instituciones dedica­das a la atención y educación de la Primera Infancia (AEPI). En la primera etapa se prese­leccionaron 10 proyectos por país de la convocatoria, pre­sentados en forma de artícu­los, que debían ser originales y describir la producción de conocimiento sobre prácticas exitosas que involucran a los niños como protagonistas en los procesos educativos para el desarrollo sostenible (EDS).

El jurado distinguió entre todos los artículos preselec­cionados a un ganador y a una mención de honor por país. En el caso de Paraguay fue­ron destacados los proyec­tos “Cultivando Esperan­zas” de la Escuela Básica N° 64 Alejo García de la localidad de Yegros, departamento de Caazapá, que se adjudicó el primer premio. En segundo lugar quedó “Tekoha ha che” del Centro Creativo Torore de la ciudad de Areguá, del departamento Central. El acto de premiación se realizó la semana pasada en la sede de la Gobernación de Central.

PROCESO SIGNIFICATIVO

La importancia de reali­zar proyectos de sostenibi­lidad en la primera infancia radica en que los niños toman conciencia de lo aprendido, lo replican en sus casas y le traspasan los conocimientos a sus padres, los abuelos, la familia. Para los pequeños es muy significativo hacer todo el proceso de manipular la tie­rra, plantar, cosechar lo sem­brado, llevarse los productos a sus casas, todo eso los marca y hace que quieran hacer lo mismo en sus hogares.

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Los chicos toman conciencia de lo aprendido, lo replican en sus casas y le traspasan los conocimientos a sus familias.

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