A nivel mundial, el dólar cae mientras la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) inunda el mercado con su divisa. El billete verde americano vuelve a coquetear con una conversión próxima a los 1,2 dólares por euro. Una cota desconocida en los dos últimos años. Bajo una acción concertada de los grandes bancos centrales –desde el Banco Central de Europa (BCE), al BdE, el de Japón o el Banco Nacional de Suiza y, por supuesto, la Reserva Federal– para reducir la frecuencia de sus operaciones de liquidez en la divisa estadounidense. Y, sobre todo, bajo la influencia de la política monetaria de la Fed, menciona el portal estrategiaseinversion.com, en un análisis profundo.
A nivel local, la cotización del dólar se ubicó, en el mercado minorista, en G. 6.950 por unidad a la venta, mientras que el mayorista orilla los G. 7.000, ya casi sin movimientos desde la semana pasada.
El análisis internacional menciona que los mercados de capital se pusieron en guardia. El rally bajista del dólar de los últimos meses, surgido casi al unísono de la gran pandemia económica que llevó a la recesión global más contundente en tiempos de paz, revalorizó su relación cambiaria frente al euro hasta rozar los 1,20 dólares por cada unidad monetaria europea. Algunas firmas de inversión vaticinan un desplome del billete verde americano de hasta el 36%. Sin establecer, por el momento colchón de seguridad alguno a una caída que, sin ser libre, permanece en actitud de goteo constante. Hasta suscribir un retroceso del 7% respecto al euro desde el inicio de este ejercicio o del 13% desde finales de marzo, aún en pleno derrumbe de las plazas bursátiles en todo el mundo.