El sistema financiero es el que más absorbe la crisis económica del país, principalmente generada por la pandemia, cuyos datos se reflejan en sus indicadores mes a mes. Al cierre de mayo del 2020, las utilidades a distribuir en el sistema bancario registraron una caída de 27,9% comparado al mismo mes del año anterior, sumando G. 922,6 mil millones, según el informe mensual del Boletín de Bancos, elaborado por la Superintendencia de Bancos (SIB), del Banco Central del Paraguay (BCP).
Los bancos Itaú, BNF y Continental mantienen su posición como líderes en cuanto a utilidades, representando en conjunto 62% al ganar G. 569 mil millones del total. “El resultado del sistema se debería en parte a que ante la coyuntura actual el ritmo de crecimiento de la cartera de créditos se volvió menos dinámico con una variación interanual de 5,4%. A esto se suma un aumento de la morosidad de 0,27 punto porcentual y el aumento de la cartera vencida en 14,6% interanualmente, evidenciando la menor capacidad de pago de los agentes, debido a la reducción de sus ingresos, lo que condujo a un aumento interanual de 34,5% en las previsión del ejercicio”, según el análisis de la consultora Mentu.
Con este resultado la rentabilidad sobre los activos (ROA) fue de 1,6%, mientras que la rentabilidad sobre el patrimonio (ROE) fue de 14,4%, lo que representa retornos menores en 0,9 p.p. y 9,1 p.p. considerando los resultados del mismo mes del 2019, de acuerdo al reporte del BCP.
Por otro lado, un reporte del Banco Mundial señala que el sector bancario tiene un papel crítico que cumplir para mitigar el shock macroeconómico y financiero sin precedentes causado por la pandemia dando apoyo a los prestatarios afectados y manteniendo el flujo de crédito hacia la economía real, sin dejar de preservar la estabilidad financiera.
“Si la presión arterial de una persona aumenta, ajustar a niveles más altos el rango de la presión arterial aceptable en términos médicos podría impedir una alerta roja en el monitor del hospital, pero eso no significa que el paciente deje de estar en riesgo. Del mismo modo, modificar la forma en que se definen y miden los “signos vitales” del sector bancario (capital, liquidez y calidad de los activos) no ayudará a que el sistema bancario se mantenga sano”, menciona.