POR ARMANDO GIMÉNEZ LARROSA

Periodista

armando.gimenez@gruponacion.com.py

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Recientemente el Estado aprobó el Plan de Recuperación Económica, con lo cual prio­rizará el empleo, el apoyo a las viviendas, mipymes y el comercio fronterizo, además de poner en primer lugar la transformación y reforma del Estado. Sobre el punto, el presidente del Banco Cen­tral del Paraguay (BCP), José Cantero, accedió a una entre­vista para La Nación, donde resalta la prioridad econó­mica que tiene el plan.

En ese sentido, enfatizó que la situación del coronavirus, que puso a Paraguay en un escenario extremo, llevó a tomar decisiones extremas y muy necesarias. “La mayor deuda que tiene nuestro país no es la deuda externa, sino la deuda histórica de reali­zar transformaciones que apuntalen nuestra compe­titividad, tales como: lograr mayor eficiencia de las ins­tituciones, reducir los cos­tos en los procesos de com­pra, mejorar la gobernanza, formalizar la economía, con­tar con un gobierno digital, mejorar el ambiente de nego­cios”, aclaró.

–En el mejor de los escena­rios, Paraguay caería 2,5% en este 2020, pero ¿cómo podría mejorar este pro­nóstico?

–La aparición de este virus, que representa un choque transitorio, pero incierto en cuanto a su duración, vino a interrumpir y revertir el dinamismo positivo que venía registrando nuestra economía. Antes que Para­guay ingrese en modo de hibernación, nuestra econo­mía venía experimentando un crecimiento sincronizado y sin interrupción de 8 meses consecutivos, desde julio del 2019 a febrero del 2020. Las­timosamente, este choque vino a interrumpir nuestro trayecto y llevó al BCP a esti­mar una retracción de la eco­nomía para el presente año.

La buena noticia es que nues­tro país ha sido exitoso en materia de política sanita­ria y, por lo tanto, esperamos que la retracción no sería más aguda a la estimada. Lo mejor que le puede seguir ocurriendo a la economía para su restablecimiento, es que le sigamos ganando al coronavirus.

Complementariamente a las medidas sanitarias, el plan económico se seguirá enfo­cando en paliar las pérdidas de renta de hogares y empre­sas, restablecer la actividad económica y, a la vez, rever­tir las históricas deficiencias estructurales.

–¿En qué medida influirá al PIB el plan de recupera­ción económica?

–Este plan, a diferencia del anterior o inclusive de otros países, no solamente está orientado a la recuperación económica, sino que a la vez contempla la transforma­ción de nuestra economía. Entonces, el plan es de recu­peración y transformación económica. De este modo, pretende apuntalar el mul­tiplicador y la competitivi­dad del país, es decir, alienta tanto a la demanda agregada, como a la oferta agregada.

–¿Podrías detallar ambos ejes?

–El eje de recuperación con­templa algunos pilares, como el orientado a la inversión en infraestructura, además de una apuesta muy relevante a la inversión del capital privado en infraestructura competitiva, por medio de las APP (Asociación Pública Pri­vada). Aclaro que la inversión en infraestructura compe­titiva no solamente genera multiplicador en el corto plazo, sino que a la vez tiende a reducir los costos de tran­sacción, con lo cual mejora la competitividad del país y la capacidad de crecimiento en el mediano y largo plazo.

Un pilar adicional, dentro de este eje, es el fomento al cré­dito, con foco en las mipymes y en el sector vivienda. Existe un esfuerzo para seguir ade­cuando el flujo de crédito a la economía. El fortaleci­miento del BNF será clave para este propósito, pues la intención es que pueda pro­veer financiamientos a largo plazo para el sector produc­tivo. Creo que esta crisis será una oportunidad, no solamente para el fortaleci­miento del Fogapy, sino tam­bién para que el BNF pueda fortalecerse y reorientar su modelo de negocios hacia el fomento del sector produc­tivo del país. Un tercer pilar es proseguir con la protec­ción del capital social del segmento más vulnerable de nuestra sociedad.

–¿Qué hay del eje de trans­formación?

–En el contexto actual, la contribución de las políti­cas de la demanda tiene sus límites. Entonces, necesita­mos complementar las medi­das fiscales, monetarias, y del fomento del crédito, con aquellas que puedan resta­blecer la competitividad y garantizar que nuestro país pueda encarrilarse a un cre­cimiento potencial más ele­vado, estable y consecuente con la integración social.

Necesitamos que nuestro país salga fortalecido de esta crisis. Esta situación del coronavirus, que nos pone en un escenario extremo, nos debe llevar también a tomar decisiones extremas y muy necesarias. La mayor deuda que tiene nuestro país no es la deuda externa, sino la deuda histórica de realizar trans­formaciones que apuntalen nuestra competitividad, tales como: lograr mayor eficiencia de las instituciones, reducir los costos en los procesos de compra, mejorar la gober­nanza, formalizar la econo­mía, contar con un gobierno digital, mejorar el ambiente de negocios. De eso trata el eje de transformación.

El plan reconoce que este es el mejor momento para rea­lizar grandes transformacio­nes, cambios estructurales importantes. Nuestro país no puede seguir postergando lo fundamental. Si todo va bien, podremos salir muy fortalecidos.

–¿Pone en riesgo la soli­dez macroeconómica el aumento del déficit fiscal de este año?

–Los datos indican que Para­guay mantiene una solidez macroeconómica, que jus­tamente nos ha permitido enfrentar este escenario tan complejo. La inflación se mantiene baja, el nivel de reservas es elevado, el sis­tema bancario presenta nive­les importantes de solvencia. Además, en el plan existe un compromiso muy impor­tante de retornar la posición fiscal a parámetros pruden­tes en el mediano plazo.

–Este año la deuda externa está creciendo, ¿es pre­ocupante que la deuda pública del país llegue al 30%?

–El covid-19 generó un mayor endeudamiento en práctica­mente todos los países. La deuda externa de nuestro país se mantiene dentro de los límites de endeudamiento, sugeridos para países como el nuestro. Además, existe un decidido compromiso de retorno de la posición fiscal a niveles prudenciales. Lo bueno es que a esto se suma la orientación de inversión en infraestructura competitiva y de reformas estructurales que posibilitarán una even­tual recuperación de nuestra economía, con más competi­tividad y mayores oportuni­dades para todos.

PERFIL

JOSÉ CANTERO SIENRA

Cargo: Presidente del BCP

Profesión: Economista Ingresó al Banco Central del Paraguay en 1996 como analista económico en la división Política Monetaria (1996-2000); luego fue jefe de la sección de Estudios Financieros (2000-2001); jefe de división de Estudios Financieros (2001-2004); y director de Estudios Mone­tarios y Financieros (2005-2006). Fue miembro titular del directorio del BCP, antes de asumir la presidencia.

Es máster en Finanzas Inter­nacionales (Universidad de Illinois); máster en Política Económica (Universidad de Illinois); licenciado en Economía (B.S.) (Universi­dad de Kansas); licenciado en Ciencias Políticas (B.S.) (Universidad de Kansas).

En el sector privado fue director gerente general y gerente general adjunto en Interfisa Banco; asesor económico de la Asociación de Entidades Financieras (Adefi); director del Centro de Estudios Económicos de la Unión Industrial Paraguay (UIP). También estuvo como director-editor de la revista Foco, economía y negocios. Además realizó varias pub­licaciones entre las que se encuentran: Pensar como Sócrates; Paraguay, Atro­cidad, Atasco, Auge y la Reinvención; El Guaraní. 70 años de Estabilidad (coau­tor); Macroeconomía para Empresarios; Economía Monetaria y Financiera, un enfoque de Paraguay. Banca Central: Una Introducción (coautor).

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