La agricultura en el año 2019 representó el 7,9% del PIB y en los últimos 10 años creció a una tasa promedio de 8,2%. Este sector tiene una importancia significativa en el crecimiento económico del país, ya que su cadena de valor impacta en el sector secundario y terciario. La consultora Mentu proyecta, considerando supuestos principales, que el sector crecería en torno al 6% en el 2020 en comparación con el año anterior.
En el escenario actual, la consultora asume los siguientes supuestos: la producción de soja crecería en 11,8% gracias a que el clima fue favorable. Sin embargo, el productor y la cadena de valor verían afectadas sus utilidades, ya que los precios no repuntarían, debido a la mayor oferta de soja para este año y la menor demanda mundial. Pero, el maíz decrecería en un 20% con respecto al año pasado debido a la sequía y a las heladas tempraneras, principalmente en el norte del país.
El trigo decrecería en 8,6% interanualmente, debido a la menor área de siembra y la menor demanda de Brasil. Los demás productos agrícolas tendrían un crecimiento promedio casi nulo.
No obstante, es necesario ampliar los mercados de exportación de los principales commodities, ya que, a pesar de contar con excelente producción y calidad, los envíos dependen prácticamente de Argentina y Brasil, resalta. Así también, es fundamental diversificar la producción ya que en el país existe disponibilidad de tierras aptas para el cultivo de frutas y hortalizas para el consumo local y la exportación.