El futuro de América Latina a veces se parece destinado a una pesadilla. Sin voz, voto, ni decisión, la región podría encontrarse con el peor escenario posible en un mundo poscovid-19. El considerable aumento de América Latina ante organismos internacionales como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional (FMI) podrían socavar las decisiones de sus propios gobernantes. Más de 15 países solicitaron en los últimos meses préstamos para poder enfrentar la crisis del covid-19. Algunos dirán que solo se trata de una discusión sobre el déficit fiscal pero, para muchos analistas, contraer más deuda significa menor soberanía y mayores presiones para aplicar un modelo regresivo del Estado.
Sin embargo, existen más riesgos. EEUU tiene un gran peso en las decisiones del FMI, debido al aporte económico que hace ese país al organismo. Algunos analistas creen que ese país norteamericano se está asegurando su hegemonía en América Latina ante el aumento de préstamos, de acuerdo se hizo eco el portal IP. “Hay que ver la letra chica de estos préstamos, si tienen que ver con la emergencia sanitaria o si tienen otras condiciones, porque podrían significar una nueva hegemonía de estos organismos internacionales de crédito sobre las políticas económicas de buena parte de los países latinoamericanos. En un mundo pos-covid-19, América Latina podría no tener decisión de su propia realidad”, dijo a Sputnik la doctora en Desarrollo Económico y directora del Grupo Banco Provincia y del Centro de Economía Política en Argentina, Julia Strada.
Por otro lado, la deuda paraguaya por covid-19 supera los dos mil millones de dólares, según reportó la agencia informativa Latinoamericana. La deuda asumida por el Estado para hacer frente a la pandemia alcanza ya los US$ 2.442,6 millones, según el Ministerio de Hacienda.
La cifra representa el 6,8% del Producto Interno Bruto (PIB) indicó la cartera económica en informe de rendición de cuentas presentado al Congreso Nacional. Los expertos del Ministerio sostuvieron que de ese total, mil millones de dólares se contrajeron mediante la emisión de bonos soberanos en el mercado internacional; otros 822,6 millones en forma de crédito puente con el Banco Central del Paraguay (BCP) y otros 230 millones con los organismos multilaterales.