A pesar de la sequía y otras difi­cultades climáticas, los peque­ños agricultores de San Pedro alcanzaron una producción récord de maíz y soja, gracias al apoyo del Instituto de Biotec­nología Agrícola (INBIO) que, con su Programa de Agricul­tura Sustentable con Biotecno­logía, brinda asistencia técnica e insumos para que puedan tra­bajar de manera eficiente.

“En esta última campaña se triplicó el rendimiento de mi producción de soja mediante el trabajo realizado con asistencia de los técnicos del INBIO. De 1.000 kilos que sacaba anterior­mente, coseché 3.800 kilos por hectárea con la variedad Soja­par R49 y estamos avanzando muy esperanzados, sobre todo considerando que la finca se encuentra en una zona donde el suelo es arenoso”, dijo Ale­jandro Colmán, colaborador del distrito de Lima del men­cionado departamento. Indicó que los productores de la zona valoran mucho el esfuerzo del sector privado para mejorar el trabajo de la agricultura fami­liar campesina a través del uso de tecnología.

CUIDADO DE SUELO

“El cuidado y mejoramiento del suelo nos permitió lograr estos rendimientos. Entendi­mos que la forma convencio­nal de trabajar la tierra ya no era sustentable, y gracias al apoyo del INBIO logramos diversificar nuestros produc­tos y obtener buenos resulta­dos”, señaló. El Ing. Claudio Fleitas, responsable de este programa de INBIO, comentó optimista sobre el progreso del trabajo iniciado en la finca de Colmán. “La vez que visité esa finca pude comprobar el excelente desarrollo del maíz cultivado con 67 días. Ahora, en la melga del maíz, sembró nabo, avena y abonos ver­des que irán reponiendo los nutrientes del suelo y cum­pliendo la llamada rotación de cultivos”, explicó.

DIVERSIFICACIÓN

Alrededor de 113 familias, del distrito de Lima, recibieron insu­mos hortícolas, plantines y más para crear sus propias huertas. Esta distribución fue hecha por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) con el apoyo de la Coordinación para la Mecanización de la Agricultura Familiar encabezada por Ale­jandro Colmán. “Mucho tiempo nos dieron herramientas e insu­mos que no nos servían para crecer, y nos sentíamos culpa­bles también de ser cómplices de los políticos corruptos que nos daban migajas. Pero hoy, a través del trabajo coordinado entre el sector público y pri­vado, logramos diversificar la producción y crear cadenas de valor en la zona. Estamos cre­ciendo cada vez más, a pesar de todo”, señaló. Indicó que ade­más de insumos y semillas para potenciar la horticultura en la zona, se repartieron también pollos a 530 familias para la cría, la venta de carne, huevo, etc.

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