La confianza de los consumidores y comercio en Brasil subió ligeramente en mayo tras el gran descenso registrado en abril por la enfermedad del nuevo coronavirus (covid-19), aunque sigue en situación negativa, según el reporte de la Fundación Getulio Vargas (FGV). La situación es leve, al tener en cuenta que se proyecta una caída económica del Brasil del 4,8%. En el caso de los consumidores, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) subió 3,9 puntos porcentuales en mayo en comparación con abril y se situó en las 62,1 unidades, aunque la FGV aseguró que “puede ser interpretado como un reacomodo al recuperar apenas el 13,2% de la caída de 29,6 puntos acumulada en los dos meses anteriores”.
El Índice de la Situación Actual (ISA) que capta la percepción del consumidor bajó 0,6 puntos, hasta los 65,0, el menor nivel desde diciembre del 2016, aunque el índice de expectativas aumentó en 6,7 puntos porcentuales hasta las 61,7 unidades, tras haberse situado en abril en su menor nivel histórico (55 puntos). Hoy, gran parte de los consumidores siente los impactos de la pandemia y prevé un empeoramiento en la situación económica general y financiera de las familias, aseguró la FGV, según el portal Xinhuanet.com, en Español.
“Con el presupuesto del hogar comprometido por la necesidad de aislamiento social, lo que lleva a casos de ingresos reducidos, debido al despido, suspensión del trabajo o reducción proporcional de salarios y horas de trabajo por al menos un miembro familiar, las familias de bajos ingresos son actualmente las que más sienten dificultades”, agregó el texto.
Mientras, el Índice de Confianza del Comercio subió 6,2 puntos en mayo, hasta los 67,4, tras haber llegado al menor nivel de la serie histórica, en las 61,2 unidades. “Pese al alza en el mes, este resultado puede ser visto como un reacomodo en un nivel muy bajo, dado que este resultado positivo recuperó apenas el 16% de la confianza perdida desde marzo”, dijo la FGV. El ISA sobre la percepción del comercio avanzó 8,4 puntos hasta los 69,3, mientras que el índice de expectativas aumentó apenas 3,7 puntos hasta los 66,9, el segundo peor resultado de la historia del indicador. Según el estudio, los niveles de consumo en el actual escenario de pandemia siguen siendo sólo para los productos básicos.