Un reciente estudio, realizado por la consultora Mentu y publicado ayer, refuerza lo que muchos y desde los sectores mismos vienen alegando en el caso de los hoteles y restaurantes, que serán parte de los más afectados por la crisis económica generada por la pandemia del Covid-19. Esta caída se da debido a que las medidas acatadas provocaron que en los meses de marzo, abril y mayo se diera un escaso movimiento, lo que afectó principalmente al sector turístico, que engloba a los hoteles, agencias y servicios relacionados, provocando una caída profunda en dicho período, por lo que se estima que las actividades se recuperarían más lentamente que otros rubros, con una caída del 60% a 80% incluso en este 2020 frente al 2019.
Mentu evaluó que conforme a datos del 2019, el sector de hoteles y restaurantes representó el 2,7% del Producto Interno Bruto (PIB) y que venía creciendo a una tasa promedio de 5% en los últimos 10 años, lo que ahora, para el 2020, daría un giro brutal debido a las medidas de cuarentena y distanciamiento social se que tuvieron que acatar como todos para evitar la propagación del virus.
CUARTA FASE
A diferencia de este sector ante otros como los industriales, de servicios o comercios, es que tanto establecimientos gastronómicos como hoteles y sitios de gran aglomeración estarán habilitados recién en la cuarta fase de la cuarentena inteligente; es decir, a partir del 2 de julio próximo, por lo que prácticamente estarán inoperativos durante 4 meses, desde que se inició la cuarentena en marzo.
De acuerdo a los expertos, el proyecto actual de los Hoteles Salud ayudaría a reactivar este segmento, que consiste en la asistencia extrahospitalaria para brindar alojamiento a compatriotas que lleguen del exterior y deban guardar cuarentena, con todas las garantías de protección y a un costo social.
MENOR INGRESO
El análisis de la consultora Mentu señala también que el menor ingreso de la población por el cese de actividades económicas tiene impacto en la demanda interna, lo que genera menos recaudación en el sector gastronómico, pese a que varios locales siguieron operando en la modalidad de delivery, pudiendo de alguna manera mitigar el impacto negativo, pero los que no pudieron hacer esa transición experimentaron pérdidas superiores.
Así también, la situación afectó la capacidad de mantención de los empleados, obligando al cese de contratos temporales o permanentes de aproximadamente el 80% en los meses de cuarentena total y una disminución paulatina en los meses siguientes.
No obstante, se espera que la remuneración de empleados en el sector hoteles y restaurantes caiga en 89,5% en el 2020 y las ganancias en torno al 90%, incluso. Como posibles alternativas sugieren negociaciones con los proveedores en cuanto a fechas y pagos, de modo que sea más accesible sobrellevar la situación para el sector.