Ciudad del Este. Agencia regional.
Desde el cierre de frontera dispuesto como parte de la emergencia sanitaria en el país, no han parado de llegar contingentes de paraguayos hasta el Puente de la Amistad que luego ingresaron al territorio paraguayo para ser trasladados a diferentes albergues para cumplir con la cuarentena. Muchos llegaron a permanecer en el paso fronterizo hasta cuatro días, antes de recibir la autorización del paso por cuestiones humanitarias, según la definición de la Armada Paraguaya que controla en la cabecera del puente.
La gran mayoría de esos connacionales vino de San Pablo, Brasil, y un denominador común entre esos compatriotas es que estuvieron trabajando en el sector más informal de esa gran urbe brasileña, tanto en el comercio como en el rubro industrial, según consultas realizadas por La Nación con varios de ellos. Unos estuvieron trabajando en pequeñas o medianas salas de confecciones teniendo como patrones a intermediarios de las fábricas más grandes, otros en las ferias callejeras vendiendo los productos originados en las fábricas de San Pablo de todo tipo de productos.
Otros trabajan directamente para esas fábricas, pero sin ser parte de las coberturas laborales y sociales a las que están obligadas las empresas.
MANO DE OBRA ES MÁS BARATA
“Hay muchos paraguayos trabajando en San Pablo, el estado más grande de Brasil, obviamente hay una informalidad significativa, como en toda América Latina, y estos paraguayos trabajan en todo tipo de industria que los acoja”, dijo Santamaría.