• POR ANGELO PALACIOS, @angelopalacios, www.angelopalacios.com, Economía por la UNA. Maestría en Banca por la UCNW de Gran Bretaña y Negocios en Henley Business School 

Somos ejemplo mundial en nuestras medidas sanitarias. Sigamos el ejemplo de los que ya están avanzando en las medidas de reactivación. Hablando durante la semana con varias Entidades Financieras y Empresas, todos vemos claramente que estamos al límite de llegar a un momento delicado. Hoy hablaremos del sistema financiero y de las garantías adicionales que están haciendo falta. Miremos números. Podrán apreciar aquí el Balance Consolidado de todos los Bancos del Sistema Financiero en Paraguay. Son números grandes. Para acostumbrarnos hablaremos en “Miles de Millones de Dólares”. Se escribe con 9 ceros hacia la derecha, 000,000,000 . Por ejemplo. El Producto Interno Bruto de Paraguay PIB es de US$ 40 mil millones. (US$ 40.000.000.000)

De esta manera, podemos ver hoy juntos en el cuadro que todo el Sistema Bancario de Paraguay en su conjunto tiene otorgados créditos por US$ 14 mil millones. (Saldos al 28 febrero 2020). Actualmente, la dinámica de estos créditos (Conceder, Recuperar, Conceder, Recuperar), está en un gradual proceso de detenerse, salvo excepciones. El hecho de no estar recuperando, en algunos casos, mientras dure la situación sanitaria, ya fue regulada por el Banco Central y los créditos podrán ser renovados. Hasta aquí está todo bajo “control” porque no existe dinero nuevo necesario para renovar. La situación se pone compleja al momento de volver a conceder nuevos créditos a los mismos clientes, o a nuevos que antes no necesitaban.

Por definición, los Bancos Privados y las Empresas privadas son empresas con fines de lucro y, a la vez, sociales porque generan empleo, impuestos y riqueza al país. Los Organismos del Estado no son entidades con fines de lucro, pero tienen una fuerte misión social. De hecho, para eso han nacido desde el principio. Los habitantes de una nación tienen necesidades, nacen empresas que cubren estas necesidades, se generan ganancias, estas ganancias se reinvierten, se acuerda que las empresas y familias paguen impuestos para sostener sistemas de salud, de educación y de seguridad y todas las demás necesidades básicas, que la iniciativa privada muchas veces no alcanza a cubrir en su totalidad. Dada la actual situación de la necesidad de mayores garantías y jugadores financieros de mayor peso, reforcemos aún más el Banco Nacional de Fomento, no solamente para ayudas a las Mipymes, sino para ser la locomotora que reactive toda la Economía y el Sistema Financiero.

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Todos sabemos que tenemos ciclos económicos, clásicos periodos de vacas gordas y vacas flacas, pero ahora estamos ante un evento extremo. Para los ciclos económicos normales están todas las medidas Fiscales y Monetarias ya conocidas por todos. Fiscalmente, que el Estado gaste más para reactivar la economía, financiándose con Bonos o temporalmente con Recursos del Banco Central. Luego. ya tenemos muy activo al Banco Central bajando las tasas de interés de referencia para que los Bancos -en teoría- prefieran (en condiciones normales) prestar antes que colocar en Letras de Regulación Monetaria y, también, ya tenemos reducidos los Encajes Legales para que los Bancos tengan mayor liquidez. Pero nos encontramos actualmente en una situación que el economista J. Stiglitz, Premio Nobel de Economía, denominó: ”Racionamiento de Crédito” lo cual es un fenómeno ya estudiado y que ocurre ante la incertidumbre y la mayor percepción de riesgo. Es un fenómeno similar al que ocurriría en el mercado laboral si no hay esperanza que una empresa vaya a funcionar; veremos que, aunque el salario mínimo baje a Gs 500.000, no habrían contrataciones. En estos casos de incertidumbre, los precios de salarios y los precios de tasas de interés no están “equilibrando” el mercado. Eventualmente una tasa de interés del cero%, como llegué a mencionar en la nota Economía de Guerra I, sí podría servir, pero como un oxígeno temporal para las empresas, al igual que las actuales suspensiones laborales; pero ya estamos viendo que esto no está reactivando la locomotora económica y financiera. https://angelopalacios.com/2020/04/05/ economia-de-guerra-paraguay-puede-lograrlo-public-diario-lanacionpy/

Entonces, vemos que ya tenemos a bordo abundantes medidas de liquidez, pero sigue faltando una “pata” importante, como dice un hermano mío, la “pata” de las Garantías. De ahí, me sumo a varios colegas que continúan mencionando la necesidad de generar instrumentos o legislación para garantizar que los nuevos créditos no serían un perjuicio final de los Depositantes, con todo el inconveniente económico y político que ello generaría. Si pensamos un poco más, podríamos hasta decir –con las disculpas de los colegas más ortodoxos- que el Sistema Bancario es casi como un “Fondo Mutuo de la Economía Paraguaya”. Un depositante confía en sus Bancos, tácitamente confiando en que la Economía en Paraguay va a ir bien y deposita como en “un Fondo Mutuo Paraguay Total”; así pueden ver, a la derecha, todos los depósitos del público (o “cuotapartistas del Fondo”), y, a la izquierda, se puede ver la “Política de Inversión por Sectores” del Fondo. De ahí la necesidad de dar a este “Fondo Mutuo País” todas las garantías para que la maquinaria continúe funcionando.

Todos agradecemos las medidas ya implementadas, pero me permito hoy sugerir a los grandes tomadores de decisiones una nueva y, quizá, aún más potente Ley que pueda modificar la Carta Orgánica del Banco Nacional de Fomento, permitiéndoles también emitir Garantías a Bancos Privados, con potestades también de constituirse excepcionalmente en un Banco de Segundo Piso, aumentándose también sus capacidad de márgenes prestables, y adecuando fuertemente su Gobernanza al formato de un Banco Privado Internacional. Esto es urgente porque necesitamos reactivar el flujo de créditos de este sistema bancario que tiene nada más y nada menos que US$ 22 mil millones en Activos (equivalente a 55% del PIB).

Ya sabemos, y es lógico, que el Banco Nacional de Fomento, en forma solitaria, no está pudiendo con su capacidad instalada atender a todas las necesidades de las miles de personas y empresas, sin embargo podemos usar su eventual nueva musculatura de capital para otorgar garantías a los demás Bancos del sistema para que los créditos vuelvan a fluir. Vemos que generalmente casi todas las empresas ya tienen alguna relación con un Banco, Financiera, Cooperativa o Entidad Financiera. Considero que llego el momento que el Banco de Fomento pueda ser capitalizado y pase a ser la NUEVA LOCOMOTORA que saque adelante la Economía Paraguaya, en una legislación también histórica en la que se pueda capitalizar al BNF, pasando a constituirse así en el principal jugador de peso para empezar a reactivar la Economía, otorgando garantías StandBy o similares a los demás 16 Bancos Privados. Todo esto adicionalmente a todo lo ya existente con la AFD.

Mirando las cifras vemos que el Patrimonio Neto del Banco Nacional de Fomento es de US$ 351 millones, mientras que el Patrimonio Neto de los Bancos Privados es de unos $ 2.330 millones. La cifra propuesta para capitalizar al Banco de Fomento es de US$ 1.980 millones, con ajustes fiscales y una emisión de Bonos similar a la autorizada en la primera Ley de Emergencia, lo que hará que el BNF se constituya en un jugador con el 50% del Patrimonio Bancario, en particular ahora que tenemos a la Banca Privada Tradicional, en la situación descripta por el Dr. Joseph Stiglitz. De esta manera, el Banco de Fomento puede ser la locomotora que estire de vuelta a todo el sistema financiero y por ende a las empresas, y a los empleos, iniciándose así la cascada. conforme mencioné en mi primera nota. https://angelopalacios.com/2020/03/29/covid-19-es-tiempo-de-solidaridad-real-liderar-con-el-ejemplo-desde-el-gobierno-public-lanacionpy/

Considero que estamos ante la necesidad que los Organismos del Estado, como bien ya lo están haciendo en otros países tomen la iniciativa fuerte, para luego bajar en cascada al Sistema Financiero Privado, continuando con las Empresas, y termine llegando a los sectores más vulnerables. Estamos en una situación de Economía de Guerra y debemos seguir pensando juntos, trabajar en equipo y cambiar algunos paradigmas ya, en forma urgente. El tren económico y financiero está empezando a detenerse, por el temor o cuidado normal de los maquinistas a cruzar un puente riesgoso, alguien debe reforzar ese puente. Los países crean los Organismos del Estado para estos casos, a partir de ahí empieza la cascada.

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