En base al estudio “Las oportunidades de la Digitalización en América Latina frente al COVID-19”, que brinda un repaso a las mejores prácticas internacionales y las oportunidades que tiene la región de actuar en el ámbito digital para detectar, controlar y dar seguimiento a la evolución del virus, se resalta el avance de Paraguay en cuanto a la penetración de internet, para hacer frente a la pandemia.

El Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), en conjunto con la Comisión Económica Para América Latina (CEPAL), DPL y Telecom Advisory Services, desarrollaron el estudio que demuestra, desde la óptica de la infraestructura, que la imposición de medidas sanitarias para enfrentar la COVID-19, como la clausura de lugares de trabajo y la cuarentena domiciliaria, ocasionó un salto importante en el uso de redes de telecomunicaciones.

Todo para resolver temas de teletrabajo, aprovisionamiento de bienes, conectividad social, acceso a información y entretenimiento. Y como consecuencia, una erosión natural de los índices de calidad de los servicios de telecomunicaciones.

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En ese marco, de acuerdo a las últimas cifras del Observatorio del Ecosistema Digital de CAF, la penetración de internet en Paraguay avanzó de 64,90% del 2018 a 73,60% al 2020, aunque está todavía entre los de menores niveles, comparados con Venezuela (95,8%), Brasil (89,9%), Argentina (85,2%) y Chile (82,3%).

En general, en América Latina la penetración en el 2018 fue del 68% y pasó a 78% este año. Valor que de por sí revela todavía el primer obstáculo para afrontar la COVID-19, la marginalización del casi 30% de la población en el uso de internet y que excluye de la posibilidad de acceder a servicios como información y atención sanitaria, descargar contenidos educativos para resolver el asueto escolar, o adquirir bienes de primera necesidad de manera electrónica. En Paraguay, el 26% sigue sin acceso a estas plataformas digitales.

“La penetración de internet en hogares es la palanca fundamental para poder afrontar la pandemia. La digitalización de hogares permite a la población continuar realizando una cantidad de tareas cotidianas que anteriormente requerían el contacto físico”, menciona el reporte.

El nivel de ingresos es otro factor condicionante del acceso a internet. En los países con menor diferencial la relación entre los usuarios de internet del segmento más rico con el más pobre es cercana al doble.

El reporte también enfatiza que la digitalización de la producción representa el factor fundamental para mantener la economía operando a pesar de las disrupciones que implican la COVID-19. Para que un sistema productivo funcione con cierta resiliencia en el marco de la pandemia, todos los actores que participan en una cadena de aprovisionamiento deben presentar un grado avanzado de digitalización.

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