En la actual situación confluyen muchísimas cuestiones, y para el productor ganadero, dentro de los más graves están los procesos de logística, los puertos con bajo nivel de operación, o personal y contenedores escasos, atendiendo las medidas sanitarias ante la pandemia, por lo que las exportaciones se ven afectadas.
Pero en una perspectiva más global y alentadora, lo bueno de todo es que el mercado chino, al empezar a reactivarse, empieza a generar movimiento con buenos precios, con lo que se empezará a dinamizar el mercado en la región, y muchos de los competidores de Paraguay dejarán abiertos ciertos mercados y así a partir de abril y mayo esperan que mejoren los precios para la carne paraguaya, mencionó a La Nación Pedro Galli, de la Asociación Rural del Paraguay (ARP).
“Mientras estemos fuera del mayor mercado del mundo, siempre vamos a tener que esperar que a los vecinos se les caigan las migajas, para que podamos recogerlas”, expresó con relación al mercado chino, que por cuestiones diplomáticas el país no puede exportar a dicho destino.
En tal sentido, indicó respecto a la liberación del cupo de la República de China (Taiwán), que dicho aporte como comprador de la proteína roja paraguaya y al estar “atados” a este mercado, debería ser mayor, ya que lo que adquieren es muy poco y se tratan de cortes de garrón o poco valor que no llegan ni a las 20.000 toneladas y tampoco compran menudencias, mencionó.
Aseveró que la baja del consumo es inminente en algunos mercados internacionales como en el europeo, en especial en ciertos tipos de cortes destinados a hotelería y restaurantes como los cortes premium.
En tanto que los demás mercados como Rusia, con el que muchos frigoríficos locales estaban inhabilitados, sumó la baja de su moneda, el rublo, lo que presionó a los proveedores a bajar aún más el precio, a más de que dejaron de comprar menudencias, que pareciera también un componente más político a nivel mundial.
Así también, la moneda del Brasil que se devaluó más del 20%, el real, lo cual lo vuelve más competitivo para la venta al exterior, logrando comercializar volúmenes más altos. Mientras que Israel, las cuadrillas kosher tendrían que comenzar la nueva zafra entre mayo y junio, pero en estas condiciones se ve difícil, y en el caso de Chile, que también es de conocimiento la emergencia sanitaria por la que atraviesan y lo que acarrea problemas de logística, también estiman que luego de Semana Santa podría reactivarse.
CONSUMO
Atendiendo a la situación del COVID-19 en el país, muchas de las plantas frigoríficas están totalmente inactivas, y algunas operan a mitad de su capacidad, pero ya con las bodegas o el stock llenos. “Lo bueno para el mercado interno es que no va a faltar carne, es más, tendrían que bajar los precios, porque lo que los frigoríficos están pagando al productor es muy bajo”, recalcó.