Ante el escenario actual por la pandemia del COVID-19, las perspectivas económicas paraguayas para este año se deterioran. Si bien se esperaba un rebote en la actividad con un crecimiento del 3,4% para el 2020, ahora se estima incluso una caída de 1,5%, según el análisis de la consultora CPA Ferrere.
La consultora tuvo en consideración los efectos desde la “óptica macro”, derivados de una debilidad de la demanda agregada global y transmitidos principalmente por el canal de exportaciones y comercio con la región. Así como también los efectos generados por el lockdown interno, siendo esta proyección muy preliminar debido a la poca certeza respecto a la duración del mismo; la actividad entraría nuevamente en recesión, con una contracción del PIB de -1,5%, según el análisis. “Queremos dejar en claro que las proyecciones son preliminares, considerando que el fenómeno que estamos viviendo es de origen no económico y no tenemos certeza de la duración, por lo cual hay una gran dificultad para calibrar los modelos”, aclaró la economista Patricia Goto.
Las medidas sanitarias desplegadas a nivel global para enfrentar la epidemia del COVID-19 están teniendo consecuencias significativas sobre la producción global. En Paraguay, la situación no es distinta a lo que se observa en el mundo. El Gobierno se pronunció y anunció medidas tanto en el frente fiscal y monetario persiguiendo el objetivo claro de dotar de los recursos necesarios al sistema de salud para hacer frente al virus y, por otro lado, mitigar el impacto social y económico generado por la epidemia.
Respecto a esto último, los efectos derivados del shock se asocian a una limitada recuperación de las exportaciones por debilidad de la demanda agregada global, considerando los patrones de intercambio que tiene hoy Paraguay (destinos y productos). Por otro lado, el canal financiero parece no mostrar grandes efectos en Paraguay en lo que va del año. La depreciación del guaraní ha sido del 1,7% en lo que va del 2020, muy por debajo de lo que muestran los países emergentes.